La prolongación de la espera para las primeras convocatorias de los grandes proyectos estrátegicos (PERTE) que canalizan la llegada de los fondos europeos a las iniciativas más transformadoras y de mayor calado con la participación de varias empresas está empezando a cambiar la sensación de preocupación en el Gobierno vasco por la de enfado. Este viernes en el Parlamento vasco, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha señalado, además, que "no es de recibo" que dos meses después de haber enviado los tres bloques de proyectos estratégicos que prioriza Euskadi, todavía no hayan recibido respuesta de la vicepresidenta del Ejecutivo central, Nadia Calviño. El Gobierno vasco envió tres líneas de trabajo con una inversión de 1.853 millones de euros con especial atención a la fábrica de celdas de batería, BasqueVolt, el centro de datos BAIC Center y el desarrollo del centro de terapias avanzadas y nodo farmaceútico Osasunberri.
Para el consejero de Economía, Pedro Azpiazu, es "imprescindible" conocer "para qué proyectos vamos a disponer de fondos europeos para poder hacer una planificación de la financiación porque las instituciones vascas deberemos aportar fondos propios en función de lo que se reciba". Azpiazu se ha mostrado molesto por el retraso y la falta de respuesta "dos meses después".
En el Ejecutivo vasco, según publicó 'Crónica Vasca' ya habían saltado las alarmas por la tardanza en la aprobación de los PERTE. Una línea de ayudas que engloba más de 35.000 millones de euros de ayudas directas y que afecta a la parte en la que Euskadi había depositado más esperanzas, la que se refiere a grandes "proyectos transformadores" de la economía en los que participan empresas y la que acoge a las iniciativas de más relumbrón. En la que, además, como decía el jefe de la oficina económica de Moncloa, Manuel de la Rocha, el País Vasco está mejor posicionado. Esta línea de ayudas se agrupa en siete sectores estratégicos: El del vehículo eléctrico y conectado, el de salud de vanguardia, el del Hidrógeno y las energías renovables, el del Español , el de economía social de los ciudados y el aeroespacial. De momento están aprobados el del vehículo elécrico, el del hidrógeno y el de salud, pero no hay ninguna convocatoria lanzada, aunque sí el anuncio de hacer antes de fin de año una de automoción y la del hidrógeno.
Esta misma semana, el presidente Pedro Sánchez ha anunciado que es inminente la primera convocatoria de 500 millones de euros para el desarrollo del Hidrógeno verde, la investigación en almacenamiento y proyectos piloto de comunidades energéticas. Es la primera de las líneas para repartir los fondos europeos destinados al hidrógeno y las energías renovables organizados en el PERTE (proyectos estratégicos) dedicados a este capítulo y que aprobó el último Consejo de Ministros. Es la convocatoria en la que encaja uno de los proyectos más voluminosos de Euskadi, el del Corredor Vasco del Hidrógeno impulsado por Petronor, así como un gran bloque de inciaitivas relacionadas con las renovables en las que la industria vasca tiene un peso más que relevante.
El Gobierno vasco respondió al requerimiento de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que envió una carta a cada comunidad autónoma para que explicitaran tres iniciativas prioritarias para recibir financiación de Europa, con un documento en el que apostaba por el desarrollo del vehículo eléctrico a través de la gigafactoría de baterías de BasqueVolt y el Basque Mobility; la gestión del dato, la inteligencia articial y su aplicación a la industria con el BAIC center; y las terapias avanzadas en salud con el desarrollo del nodo farmaceútico alavés y con el proyecto Osasunberri son las tres líneas generales que el Gobierno vasco ha escogido para responder a la petición de la Ministra de Economía, Nadia Calviño, fijando proyectos estratégicos para los que priorizar la consecución de fondos europeos. En total, 1.853 millones de euros, que suponen el 10% de todo el documento de Euskadi Next Generation, el plan en el que el Gobierno vasco ha ordenado los proyectos que maneja para lograr financiación del Mecanismo de Resistencia y Resiliencia (MRR) de la UE.