El Gobierno central señala que Euskadi es la comunidad mejor posicionada para los fondos europeos

El secretario general de Asuntos Económicos de Moncloa, Manuel de la Rocha, uno de los hombres que ha ordenado la llegada y reparto de los fondos europeos a España ha tratado de tranquilizar la preocupación sobre los retrasos en la gestión de estos recursos. Especialmente en los Proyectos Estratéticos (PERTE), que son las líneas que financian las iniciativas más transformadoras de la industria y las propuestas más llamativas de las presentadas hasta ahora por País Vasco en su documento Euskadi Next Generation. Hace unas semanas, 'Crónica Vasca' avanzaba que las alarmas saltaban en el Ejecutivo de Urkullu por la falta de avances. 

De la Rocha ha destacado que la primera convocatoria, la relativa al PERTE de Vehículo conectado y elécrico, será antes de final de año y ha avanzado que se acelaran todas las correspondientes a las seis líneas de Proyectos Estratégicos que se han fijado para ordenar las ayudas. Estas líneas son las correspondientes a los grandes proyectos de transformación de la industria y en los que Euskadi, según ha explicado el secretario general de Asuntos Económicos de la Presidencia del Gobierno, "está posicionada mejor que ninguna otra comunidad autónoma". De la Rocha ha insistido en un acto organizado por Elkargi y Vocento en que "2022 será el año de la aceleración del plan". 

Estos grandes proyectos estratégicos se ordenan en seis ámbitos: el del coche eléctrico, que es la línea más avanzada, con su PERTE aprobado en julio y la convocatoria de ayudas anunciada para diciembre. Los otros PERTE son el de Salud de Vanguardia, el del Español, el de la Política Agroalimentaria, el Aeroespacial y el de Energías Renovables. De estos cinco últimos no se han aprobado las dotaciones económicas, ni se han activado las convocatorias. Una situación que ha generado cierta incertidumbre en el sector empresarial y político. 

Sensibilidad con los proyectos regionales

El responsable de la oficina económica de la Moncloa ha señalado también que en el Gobierno central está estudiando los diferentes proyectos estratégicos regionales (PERTEs regionales) que algunas autonomías han presentado. En un guiño a la solicitud del Gobierno vasco de que se tengan en cuenta estas especificidades, de la Rocha, ha expresado públicamente por vez primera que está analizando la canalización para que estas inciativas puedan tramitarse como los 'PERTEs estatales'.

Además, ha anunciado que siguen analizando los proyectos prioritarios que cada autonomía ha presentado en respuesta a la solicitud que realizó el Ejecutivo central. Euskadi planteó tres líneas que contemplaban la gigafactoría de celdas de batería para el coche eléctrico de BasqueVolt, el centro de 'Big Data' e 'Inteligencia Artificial' y las terapias avanzadas médicas con la red de investigación farmacológica. 

Más de 200 convocatorias

La primera partida de Fondos Europeos con la que cuenta España son los 70.000 millones de ayudas a fondo perdido, una cantidad que en un 50% se gestiona con las comunidades autónomas. Esas ayudas, sí están empezando a distribuirse. De la Rocha ha recordado que ya se han realizado 220 convocatorias dotadas con unos 11.500 millones para financiar la compra de coche eléctrico, la reahbilitación de viviendas, la financiación de la extensión de la red de fibra a zonas rurales y otras ayudas a la administracion pública, sobre todo para el sistema educativo. Son unas convocatorias con bases elaboradas por la Administración Central del Estado que reparte los fondos para que las autonomías gestionen la recepción y pago de las solicitudes de ciudadanos y empresas. De este capítulo Euskadi ha recibido ya cerca de 500 millones de euros. 

Pero es la otra mitad, los otros 35.000 millones de euros, que van dirigidos a ayudas a grandes proyectos que afectan a grupos de empresas en colaboración con la administración, los que todavía están pendientes de arrancar y que el secretario general de Asuntos Económicos ha señalado que será en 2022 el año de su puesta en marcha, donde Euskadi tiene depositadas las esperanzas por las características de su tejido industrial, especialmente en los sectores de automoción y energía, tal y como ha reconocido el propio de la Rocha.