Los sindicatos ELA, LAB, junto a Steilas, ESK, Etxalde e Hiru, han convocado manifestaciones en las tres capitales vascas y Pamplona el próximo 30 de enero en contra de la reforma laboral acordada entre el Gobierno español, la patronal CEOE, y las centrales UGT y CC.OO., a la vez que han evitado pronunciarse sobre una posible huelga general.



En una conferencia de prensa, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha explicado que, con el acuerdo, tanto el Ejecutivo como UGT y CC.OO. "han dado a la patronal lo que quería: a cambio de modificaciones muy parciales, no se toca el grueso de las reformas aprobadas en su día tanto por José Luis Rodríguez Zapatero como por Mariano Rajoy; se queda todo prácticamente como estaba y eso es una mala noticia para los trabajadores".



Ha citado como ejemplo que "no se han tocado los procedimientos de despidos, que siguen libres y baratos; ni las condiciones laborales, que pueden ser modificadas unilateralmente por las empresas, ni se garantiza que los convenios vascos tengan prioridad sobre los estatales, ni el marco vasco de relaciones laborales".



"La coalición PSOE-Podemos prometió derogar las reformas de Zapatero y Rajoy, o eliminar los puntos más lesivos, y al final no han hecho ni una cosa, ni la otra. La ministra Yolanda Díez ha mentido de forma reiterada porque hemos asistido a una gran renuncia tanto del Gobierno como de UGT y CC.OO.", ha remarcado Lakuntza.



El dirigente del sindicato mayoritario en Euskadi también ha apelado a los partidos vascos en el Congreso de los Diputados, en concreto a PNV y EH Bildu, a que "se opongan a este fraude" y ha opinado que desde el punto de vista democrático "se trata de una cuerdo que no cuenta con la realidad sindical del País Vasco".



Por parte de LAB, su secretaria general, Garbiñe Aranburu, ha puntualizado que el acuerdo para la reforma laboral "mantiene tal cual la esencia" de la legislación aprobada en su día por el PP y ha exigido su derogación y también que se garantice la prevalencia de los convenios provinciales y autonómicos sobre los estatales.



"Nos toca obstaculizar la aprobación de esa reforma; sin presión social no hay ni derechos laborales, ni derechos sociales, hay que rechazarla en el Congreso, en los centros de trabajo y en la calle", ha dicho.



Además de las manifestaciones, estos sindicatos han convocado también concentraciones en los centros de trabajo el día previo a la votación en el Congreso de la reforma laboral.