Con las trupas rusas a las puertas de Kiev, los peores augurios en la crisis diplomática abierta desde diciembre de 2021 se confirman: Putin se hace con el control de un país agitado desde el Euromaidán de 2014 y sume a Europa en la peor crisis del siglo XXI. Una crisis sobre la que la propia consejera Tapia ha reconocido que ya está teniendo un impacto directo en Euskadi y a la que los datos del Eustat permiten poner cifras: la factura económica para el empresariado vasco asciende a 1.831 millones de euros. Esa es el volumen de ingresos que se dejará la economía de Euskadi si se pierde todo el intercambio comercial con Ucrania y Rusia.
Así se desprende de los datos recopilados por 'Crónica Vasca', que apuntan directamente a las importaciones vascas desde Rusia. Euskadi adquirió de Moscú en 2021 más de tres millones de toneladas de productos por los que pagó 1.378 millones de euros. Es decir, la compra de productos al país de Vladimir Putin supone el 75% de los intercambios comerciales que realizan las empresas vascas con este país y la invadida Ucrania. El grueso de las importaciones vascas, además, son energéticas: el crudo, el gas, las coquerías, el petróleo refinado y los productos químicos suman 1.242 millones de euros.
Además, a esos combustibles fósiles hay que sumarles un encarecimiento que va a incrementarse todavía más con respecto al alza de precios que se viene experimentando en los últimos meses. No hay que olvidar que al comienzo de este jueves el barril de Brent llegó a superar los 102 dólares y aún no se ha notado el impacto de las sanciones europeas y estadounidenses contra un mercado de suma importancia para la Europa del Este. Como contrapunto y dato para el optimismo, el gas licuado que llega al puerto de Bilbao puede convertirse en un activo esencial, pese a su bajo volumen, para el abastecimiento de energía a Europa a través del gasoducto Euskadour, proyecto impulsado por una Enagás que trabaja ya desde hace tiempo en la creación de un hidroducto.
El hierro, la máquina herramienta y el caucho, entre los sectores más afectados tras el energético
En el caso ucraniano, las importaciones vascas a la república que preside Volodímir Zelenski apenas suponen 1.600 millones de euros y las lideran los aceites y otras grasas vegetales, que conforman la mitad de las compras vascas a Kiev. Las energías no suponen en este caso un capítulo relevante, quedando superadas también por bienes como la maquinaria ferroviaria o el hierro, productos que, en cualquier caso, también han visto crecer su precio por la crisis de suministros.
En el capítulo de exportaciones, la guerra entre Rusia y Ucrania puede hacer perder a las empresas vascas un mercado valorado en casi 300 millones. Euskadi pierde en Kiev, fundamentalmente, un mercado en el que colocaba productos derivados del caucho, armas y ferretería. En cuanto a las exportaciones a Moscú, la industria ligada a la automoción es la más duramente golpeada, con 90 millones de euros en riesgo, junto a la maquinaria agrícola y la máquina herramienta, que acumulan cerca de 50 millones de euros.