Con el IPC en máximos históricos, las clases medias vuelven a mirar a las criptomonedas como la alternativa para no perder poder adquisitivo. Si antes eran sectores como el del juego quienes veían un mayor interés por ellos en tiempos de crisis, alternativas como Ethereum o Bitcoin van cobrando cada vez un mayor interés entre la ciudadanía vasca. Estas dos criptomonedas -las principales del mercado- se dejaron un 25% de su valor desde principios de año hasta el estallido de la guerra en Ucrania y ahora están volviendo a coger fuerza, con subidas del 10% en el caso de Bitcoin y de un 25% en Ethereum -que se había dejado más de un 30% de su valor en los dos primeros meses de 2022-.
Ni siquiera la pandemia o la guerra han hecho que el crecimiento de las criptomonedas haya perdido fuerza en Euskadi. Si en 2019, por ejemlplo, la apertura del primer cajero de Bitcoin en San Sebastián supuso una sorpresa, la capital guipuzcoana cuenta hoy con tres cajeros de criptodivisas, que se suman en Gipuzkoa a otro servicio de este tipo abierto en Irun.
Entre las empresas que están ofreciendo este tipo de servicios a la ciudadanía está BitBase. Esta empresa, líder en cajeros de criptomonedas en España, tiene uno en cada una de las tres capitales vascas. Al frente de la tienda que la firma tiene en Vitoria, en la calle Dato, está Asier Fernández. Desde el otro lado del mostrador, contesta a las preguntas de 'Crónica Vasca' y cuenta que ahora mismo cada uno de esos cajeros está promediando unas 200 operaciones mensuales. Extrapolando las cifras de este operador, los 11 cajeros vascos permitirían a Euskadi superar ya las 2.000 transacciones cada mes.
De entre los vascos que acuden a operar con criptomonedas, Fernández distingue dos perfiles mayoritarios: "gente mayor cansada de los fondos de inversión y con interés por diversificar junto a gente más joven, con menos poder adquisitivo y que realiza más movimientos". Fernández identifica entre los jóvenes "cierta cultura del pelotazo", pero admite que es en parte normal ante la situación de alta inflación y la baja rentabilidad que ofrece depositar el dinero en una cuenta bancaria. "La gente busca más rentabilidad y por eso acude más a nosotros", resalta.
La guerra ha traído un aumento de las operaciones para estos operadores de criptomonedas, "porque hay gente que ha visto la debilidad que puede llegar a tener una moneda nacional" menciona Fernández en referencia al descalabro del rublo tras las sanciones occidentales a Rusia. En las tres capitales se perciben actitudes diferentes, con Bilbao como la ciudad más receptiva a la idea de las criptodivisas y Vitoria "con una mentalidad más cerrada". Aunque ahora mismo BitBase opera solamente en las tres capitales, no se descarta extenderse a otros puntos de la geografía vasca en un futuro.
Las diputaciones, ante un vacío fiscal
Las diputaciones, mientras el interés por las criptodivisas sigue creciendo, también están trabajando en crear medidas específicas para las ganancias procedentes de la operación con estas monedas intangibles. El revés judicial al modelo 720 -que era la vía que habían señalado las haciendas forales para regular las criptomonedas y sancionar a quien no declarase los beneficios- ha dejado a los inversores en moneda virtual en un vacío fiscal en el que las consecuencias de no dar los datos sobre sus inversiones queda al albur de cómo resuelven la Agencia Tributaria y las haciendas vascas este vacío legal.
Por el momento lo único que se ha conocido han sido los datos de dinero aflorado gracias a la lucha contra el fraude fiscal y la determinacion de Bizkaia por rastrear hasta las redes sociales en busca de defraudadores.