Los conflictos de Tubacex, IMQ y Novaltia se cobran el grueso de la caja de resistencia de ELA

Tubacex, Guggenheim, IMQ, Novaltia... Los conflictos laborales en estas empresas son los que se han cobrado la mayor parte de la caja de resistencia de ELA durante el pasado año. En total, en los últimos cinco años, 13.000 afiliados de ELA se han benefiado de ella y un total de 2.096 lo han hecho durante el 2021. El afiliado en huelga percibe 1.243 euros mensuales durante el parón, con el tope del salario habitual de cada beneficiario. Dicha caja de resistencia, a la que el sindicato aporta el 25% de los ingresos por cuotas de los afiliados, ha ascendido a cinco millones de euros en 2021. 

Así lo han explicado en una rueda de prensa en Bilbao, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza y la tesorera del sindicato, Alazne Mantxola. Durante 2021, el sindicato nacionalista ha tenido unos ingresos de 22,2 millones, el 90% ingresos propios por cuotas de afiliados. Lakuntza ha asegurado que la caja de resistencia ha sido "estratégica" para ELA en los últimos 45 años, porque, "cuando no hay capacidad para la huelga, sin la caja de resistencia, se firman los convenios que la patronal quiere". 

Por ello, tal y como ha detallado, el sindicato destina 1 de cada 4 euros de las cuotas de los afiliados a la caja de resistencia, de forma que la caja recibe el 25% de las aportaciones económicas realizada por los más de 100.000 afiliados del sindicato, que pagan una cuota máxima de 23 euros. Mantxola por su parte, ha indicado que durante el pasado año, un total de 2.096 afiliados activaron la caja de resistencia para "defender sus derechos". Ejemplos claros y muy sonados han sido los de los trabajadores de Tubacex, de IMQ, las limpiadoras del Guggenheim y la eterna huelga de Novaltia. Desde 2017, 13.000 personas la han usado. 

Una de las movilizaciones contra los despidos en Tubacex. / CV

Huelga en el metal de Bizkaia

Lakuntza ha aprovecha esta ocasión para hablar sobre el conflicto en el metal de Bizkaia. El secretario general ha atribuido a la actitud de LAB, CCOO y UGT el hecho de que no esté convocada una huelga en el sector en demanda del convenio y ha lamentado las "resistencias de otros sindicatos" que a veces existen para activar huelgas. Ha señalado que espera que esta situación "se acabe superando" y que si por ELA fuera "estaríamos en huelga". 

En este sector las posturas están muy distantes entre sindicatos y patronal, que considera "inasumibles" las reivindicaciones sindicales. Es aquí donde ha defendido la herramienta de la caja de resistencia "para afrontar con más fuerza un determinado conflicto" y conseguir mejores acuerdos.