En un verano en el que la sequía está amenazando seriamente cosechas importantes de Euskadi como las del cereal o las vendimias de txakolí y vino con el agravante de los incendios que han afectado de forma particular a Álava, los embalses vascos resisten. Según los datos publicados este miércoles por el Ministerio, los pantanos vascos están al 72,6% de su capacidad, con 183 hectómetros cúbicos (hm3) de agua embalsados. La cifra supone 8 hm3 que en 2021, pero cuatro menos que la media de la última década, apenas un 1% menos.

El pantano alavés de Ullibarri -el que tiene más capacidad de embalsado en Euskadi, con 146 hm3- recoge 107 hectómetros cúbicos, lo que supone un 73,3% de su capacidad total. El segundo depósito más grande de la comunidad autónoma, el de Urrunaga, almacena ahora 50 hectómetros, el 69,4% de los 72 hectómetros que puede albergar.

Por su parte el embalse guipuzcoano de Ibai Eder cuenta con un 82% sobre su máximo de reservas, con 11 hm3. Este es el embalse con más holgura en su capacidad. En ese mismo territorio, el pantano de Urkulu, con 10 hectómetros de capacidad, cuenta con 8 almacenados, el equivalente al 80% de agua que puede acoger. Ibiur, también en Gipuzkoa, recoge el 75% de su capacidad total de 8 hm3.

Por último, el embalse de Albina, en Álava, permanece al 60%, al mantener embalsados 3 hectómetros cúbicos de agua.