Con una panorama de amplias incertidumbres, "desaceleración" económica y "reducción de la rentabilidad", Confebask ha presentado este viernes, en víspera de Nochebuena, sus previsiones de cara a 2023. Un año en el que la confederación empresarial espera que la economía vasca crezca un 1,5%, por debajo del 2,1% que estima el Gobierno. Un crecimiento, que, en cualquier caso, la patronal autonómica dice que oscila entre el 2,5% y el 0%, pero que según la entidad empresarial, no supondrá un retroceso en la creación de empleo: para 2023 Confebask pronostica que se crearán 10.000 puestos de trabajo más en Euskadi y se seguirá ampliando el récord de cotizantes hasta un millón de personas afiliadas a la Seguridad Social. El desempleo, de hecho, bajará hasta el 7% según estas mismas estimaciones, lo que supondría la cifra más baja de paro de los últimos 15 años.

Sin embargo, eso no quita para que la preocupación siga ahí: la industria será la que menos crezca según la patronal, que asegura que se sufrirá por la debilidad de la economía global -y, particularmente, la europea- y los costes energéticos. A ojos de la entidad que capitanea Isabel Busto, la industria "está acusando un aumento de costes sin precedente" y será quien menos crezca en 2023, intercambiando sus papeles con el sector de la construcción. Sobre la coyuntura industrial, la patronal deja dos ligeras referencias a la competitividad que no resultan baladí en el año en el que empresarios y políticos se vieron enfrentados por el informe de Zedarriak alertando sobre la pérdida de competitividad de Euskadi. La patronal, meses después de la polémica, habla ahora de que en 2023 va a ser necesaria "una gestión eficiente para asegurar la competitividad y sostenibilidad de las empresas en un contexto de fuerte presión de costes y márgenes reducidos".

Ese último punto: la reducción de los márgenes, es una de las principales preocupaciones de las empresas, que ante un "aumento de costes sin precedentes", van a tener que lidiar con el reto de "buscar el punto de equilibrio para ver cómo compaginamos la necesidad de realizar inversiones que nos permitan seguir en el mercado y acometer las transiciones en marcha con una rentabilidad empresarial a la baja", ha asegurado Isabel Busto.

La patronal vasca también ha reprochado a la política nacional -con el choque por el control del poder judicial como último episodio de un largo serial- la creación de un "entorno político muy enmarañado que no ayuda a generar" los condicionantes para que las empresas se lancen a invertir. Junto a esto, Confebask también ha sacado pecho de los más de 15 acuerdos laborales alcanzados este año para, con el conflicto del metal de Bizkaia abierto, decir que "es incierto decir que la negociación colectiva está bloqueada".