La tasa de emancipación juvenil en el País Vasco se situó en 2023 por debajo de la media nacional, que subió hasta el 16,3% por primera vez desde 2020, de forma que la tasa media vasca se colocó un punto y medio por debajo (14,8%). Así lo constata el último informe del Observatorio de Emancipación de la Juventud, el cual revela que la media, tanto española como vasca, se posiciona muy por debajo de la media de la Unión Europea (31,9%).
Según recoge EFE, el estudio —centrado en la población de entre 16 y 29 años— muestra que el problema estructural de vivienda hace que España tenga una de las edades medias de emancipación más altas de Europa, a los 30,3 años.
Pese a la ligera mejora (0,37 puntos porcentuales respecto al año anterior), la tasa de emancipación juvenil continúa lejos de los niveles alcanzados antes de la pandemia (18,7 %) y del máximo registrado con anterioridad a la crisis económica de 2008 (26,1 %).
Pero estas mejoras, según advierte el estudio, no han llegado a todas las comunidades: en 10 de ellas la tasa de emancipación se redujo respecto al primer semestre de 2022; en 5 de las 7 autonomías en las que creció la tasa de paro también descendió la emancipación, y en 9 de las 17 comunidades el salario medio es de menos de 1.000 euros al mes.
Diferencias entre CC. AA.
Con una tasa de emancipación por encima de la media española se sitúan Cataluña (20,9), Canarias (19,1), Murcia (18,2), Madrid (17), Asturias (16,6) y Baleares (16,4).
Por debajo de la media aparecen Aragón (16,2), Comunidad Valenciana (15,5), Navarra (15,5), Galicia (15,3), País Vasco (14,8), Extremadura (14,8), Castilla y León (14,7), La Rioja (14,7), Castilla-La Mancha (13,3), Andalucía (12,9) y Cantabria (11).
Alquileres por las nubes
El precio de los alquileres, la forma más habitual de emancipación para los jóvenes, se ha disparado y ha subido mucho más que los salarios, cuya media en 12 pagas se situaba en 1.005,22 euros netos al mes, mientras que el precio medio del alquiler era de 944 euros mensuales.
Si a esto le sumamos el gasto medio de los suministros de una vivienda (138,12 euros al mes), el precio de un alquiler en solitario sumaría 1.082,12 euros, por lo que a una persona joven le faltarían 76,9 euros para poder vivir solo, advierte el Observatorio.
Los 944 euros al mes de media que paga un joven por alquilar una vivienda es el precio más alto desde que existen registros, supone el 93,9 % de su sueldo e implica un encarecimiento del 9,3 % respecto a un año antes y de casi un 70 % respecto al que tenían las viviendas de alquiler hace diez años.
Tampoco alquilar una habitación en una vivienda compartida es una opción asequible: cuesta 375 euros al mes, el equivalente al 37,3 % del salario de un joven (los estudios sitúan el 30 % del sueldo como el máximo aceptable para dedicar a la vivienda), una situación que se da en 10 de las 17 comunidades. En cuatro, incluso, superaba el 40 %.