La producción industrial en Álava bajó un 5,6% por el frenazo en la automoción

Las grandes factorías vascas han arrancado estos primeros meses del año a medio gas y esto se ha visto reflejado en la caída de la producción industrial. Su actividad cayó en abril un 1,4% respecto al año pasado y un 4,9% en comparación con el mes anterior, marzo de 2024. 

Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Vasco de Estadística, mientras que interanualmente la producción industrial en Euskadi repuntó en Gipuzkoa un 3,8%, en los territorios vecinos, Bizkaia y Álava, cayó un 3,8 y 5,6% respectivamente. Mismo resultado que si se comparan los datos del primer cuatrimestre de este año respecto al del año pasado. Y es que en los primeros cuatro meses de 2024 el balance únicamente fue positivo en Gipuzkoa -la producción industrial subió un 1,7%-, y negativo en Álava, donde bajó un 2,8% y en Bizkaia, descendió un 0,4%.

En el acumulado de los cuatro primeros meses de este año, el Índice de Producción Industrial de la Comunidad Autónoma Vasca descendió un 0,1%. Así, el ámbito que se ha visto más afectado este mes ha sido el de la producción de los Bienes de Consumo Duradero, entre ellos la fabricación de muebles y aparatos domésticos, que retrocedió un 16,5%.

La realidad es que no son pocos los indicadores que reflejan -y venían reflejando desde comienzo de año- la complicada situación que está atravesando este sector de la economía, el que hasta hace poco había sido motor de la misma. Ya en el primer mes del año la producción de la industria se resintió y bajó respecto al mes anterior, diciembre de 2023, un 3,7%, según Eustat. 

Esta caída vendría motivada en gran medida por la significativa bajada en la demanda de las dos principales factorías alavesas, Mercedes con sus 5.000 empleados y Michelin, con sus más de 3.500. Ambas arrancaron el año con la incertidumbre de lo que pasaría en los siguientes meses, teniendo en cuenta la bajada de pedidos, y por tanto de producción, que se había registrado. Y así, las paradas de producción durante estos meses no han dejado de sucederse, sobrevolando incluso la sombra del ERTE en ellas. 

Pese a todo esto, tal y como adelantaban en Crónica Vasca diferentes fuentes sindicales, las perspectivas son buenas en ambos casos. Son conscientes de la delicada situación con la que arracaron el año, pero en las dos fábricas esperan remontar en el segundo semestre del año, una de ellas gracias a la entrada de nuevos pedidos y la otra a la fabricación de nuevos modelos de sus vehículos, que arrancará en julio.