Bilbao estrena hoy la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un escenario nuevo en Euskadi que está generando un aluvión de dudas entre la población, tal y como demuestran las más de 2.000 consultas que se han llevado a cabo estos días en la oficina de información habilitada por el Ayuntamiento en la calle Ripa de la capital vizcaína precisamente para resolver todas las dudas.
Aunque la ZBE entra ya en vigor, no será hasta dentro de tres meses, a partir del 15 de septiembre, cuando empiecen a interponerse las sanciones correspondientes, por lo que este periodo de prueba servirá para ir conociendo el funcionamiento de esta medida.
En este nuevo escenario, los concesionarios vizcaínos confían en reactivar sus ventas de vehículos híbridos y eléctricos en lo que queda de año, precisamente en un momento clave, ya que la inminente finalización del Plan Moves III el 31 de julio, les deja con la incertidumbre de no saber cómo van a comportarse los consumidores. Esperan que las restricciones al tráfico en el centro de la capital vizcaína impulsen las ventas de vehículos con etiqueta cero o ECO, por un lado entre quienes no puedan aplazar más la compra de un utilitario con estas características y, por otro, porque además, pueda servir de estímulo para quienes se lo estaban planteando como una opción de futuro.
Los híbridos, por delante de los eléctricos
En lo que va de año, los concesionarios vascos han vendido 10.230 turismos, pero el 43% aún siguen siendo de diésel o gasolina, pero el 41% son ya híbridos. Según los datos ofrecidos por las patronales del sector –Anfac, Faconauto y Ganvam–, el pasado mes de mayo se vendieron en Euskadi 2.167 coches, lo que supone una caída interanual del 8,72%. Pero mientras que la adquisición de vehículos 100% eléctricos cayó un 23,1% y la de los híbridos enchufables un 5,3%, la venta de mid-hybrids o autorrecargables creció hasta las 967 operaciones, alcanzando el 33,75%.
Una muestra de que las subvenciones europeas para la adquisición de vehículos eléctricos e híbridos no han sido acogidas con gran popularidad en Euskadi, aunque sin embargo, la comunidad autónoma vasca se erige como la segunda que más dinero ha recibido por habitante, tan sólo por detrás de Navarra.
Con la vista puesta en los pedidos de última hora que se cierren durante junio y julio, el Gobierno vasco acaba de aprobar 14,2 millones adicionales para la tercera edición del programa de ayudas del Plan Moves III, que en enero se renovó por seis meses más, y con el que espera movilizar un total de 63 millones de euros en nuestro territorio de los 1.068 asignados a España.
Según el Gobierno vasco, están pendientes de resolver 2.000 solicitudes aproximadamente para la compra de un vehículo eléctrico como para la instalación de un punto de recarga. Hasta la fecha se han agotado ya 42,6 millones de esa bolsa y se han aprobado cerca de 10.000 solicitudes.
Más apoyo público
No obstante, fabricantes y concesionarios solicitan más apoyo público para conseguir reducir sus costes de fabricación y poder competir con los vehículos chinos, para los que se estudia el incremento de los aranceles para su comercialización en Europa, que les permita reactivar sus ventas y no sufrir un nuevo parón que ralentice aún más su recuperación.
Otra de sus reclamaciones es que las ayudas económicas, que oscilan entre los 2.500 y los 7.000 euros sobre el precio de compra, en función del nivel de electrificación del vehículo y de si a cambio se ofrece uno para achatarrar, se apliquen en el mismo momento de la adquisición del vehículo, de modo que los consumidores no tengan que poner ese dinero por adelantado, ya que eso frena a muchos potenciales compradores, explican.
Asimismo, son partidarios de que, al igual que ocurre en otras comunidades autónomas, Hacienda aplique una deducción fiscal del 15% en el IRPF a quienes compren coches eléctricos o híbridos. Un porcentaje que, en el caso de Navarra, llega a duplicarse, suponiendo un 30%.