Las bodegas alavesas atraviesan una situación "dramática". Así lo ha confirmado este miércoles el diputado general de Álava, Ramiro González, quien también ha apuntado que en estas bodegas se almacena 200 millones de litros de vino sin vender, lo correspondente a tres añadas. 

El cierre de bodegas -entre 2015 y 2023 han cerrado 96 bodegas, pasando de 358 a 262-, la pérdida de empleo en el sector -se han perdido unos 700 empleos- o la caída del valor de las exportaciones de vino alavés -de enero a julio de este año se ha exportado desde Álava vino por valor de 116.204.000 de euros frente a los 117.068.000 de euros en 2023-, reflejan de primera mano el complicado momento por el que pasa uno de los sectores más históricos del territorio. 

Los motivos, según el diputado general, son varios. En líneas generales, el consumo de esta bebida ha bajado, por ejemplo, tal y como ha explicado, el mercado chino para los vinos de la Rioja Alavesa ha disminuido un 50 por ciento su consumo y "de golpe", y el británico, uno de los principales, se ha caído casi por completo. A eso se une el aumento de los costes de producción y la dificultad para vender la uva.

Estrategia equivocada

Por otra parte, entra en juego la estrategia "equivocada" que ha seguido estos últimos años el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rioja, que apostaba por aumentar la producción."El camino no es producir más ni más barato. Nuestra apuesta en fomentar la calidad, porque es lo que mejor se defiende en el mercado", ha subrayado González. 

La solución, ha concluido, es vender más vino fuera, trabajando la calidad y la diferenciación, y sin abandonar la denominación Rioja. Todo esto trabajando a través de "un gran acuerdo, con todo la comarca, el sector y las formaciones políticas, también con el Consejo Regulador, que tiene un papel muy importante y un compromiso que no puede eludir".

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