La polémica sobre la instalación de energía renovable en tierras vascas continúa avivándose a la vez que los proyectos prosiguen su desarrollo en busca de una transición verde tan necesaria como criticada en Euskadi.
Será Labraza el primer parque eólico que eche a andar después de décadas en las que la instalación de puntos renovables ha sido nula. A este parque le seguirán otros muchos con el objetivo de cumplir la Ley vasca de Transición Energética y Cambio Climático, que fija 2030 como fecha límite para que este tipo de energía pase de un 7,3% actual a un 32%.
Dadas sus características geografías y meteorológicas es Álava el territorio en el que más instalaciones renovables se instalarán en los próximos años y es su diputado Foral, Ramiro González, el que en medio de las críticas hacia estas, hará de interlocutor entre afines y críticos a través de un foro de debate. O al menos esa es su intención.
El equilibrio perfecto
Ha sido el propio González el que en numerosas ocasiones se ha mostrado escéptico a la puesta en marcha de parques solares o eólicos. La última vez, esta misma semana, después de que el BOPV publicase la proyección de un nuevo parque fotovoltaico en Iruña de Oca, cuando aseguraba que de las 80 instalaciones que la Diputación tiene sobre la mesa “la gran mayoría no prosperarán”.
Y señalaba las grandes exigencias que las propias instituciones marcan a la hora de instalar un parque de estas características: “Es absolutamente imprescindible que reúna los requisitos de ser viable desde el punto de vista medioambiental, agrícola y social. Se analizarán los proyectos uno a uno y, quizás, tengan que prosperar con modificaciones y no cómo se han presentado”.
Y, en esta línea, instaba a buscar una solución que pasaría por dos opciones: o "producir la energía aquí, lo más cerca posible del lugar de consumo, o importarla a través de grandes autopistas", precisamente lo que planteaba la energética Solaria y que fue duramente criticado por la línea de alta tensión de más de 100 kilómetros que trasportaría la energía desde Álava hasta Bizkaia.
Las juntas rechazan paralizar las instalaciones
Precisamente esta semana también, las Juntas Generales de Álava rechazaban la paralización de la urgencia en la instalación de los macroproyectos solares y eólicos en Álava.
Era el grupo juntero Vox el que pedía hacer hasta la elaboración del Plan Territorial Sectorial que defina claramente las zonas aptas para la instalación de infraestructuras renovables. Lo hacía en el marco en el que González aseguraba que Labraza sería el primer proyecto renovable en el territorio y el parque fotovoltaico de Ekinea “seguía avanzando”, y es que este cuenta ya con acceso a la red.
Esta votación sucedía pocos días antes de la manifestación que tiene lugar este sábado en Vitoria, convocada por 150 administraciones -entre grupos políticos, ayuntamientos y asociaciones- para rechazar los macroproyectos eólicos en el territorio.
El 58% de los vascos, a favor de un parque en su entorno
El apoyo a esta concentración choca con los datos que se conocían este jueves sobre el parecer de los vascos hacia la instalación de la energía renovable, en especial al 58% de los vascos que se muestra a favor de contar con un parque de generación de energía renovable en su entorno y al 69 % opina que se deben analizar con tranquilidad los impactos de estas instalaciones, “aunque eso suponga que la lucha contra el cambio climático se ralentice”.
Además, según el 'Ecobarómetro de Clima y Energía', el 76% de la ciudadanía está preocupada por el cambio climático. Y en esta línea, Mikel Jauregi, consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, aseguraba: “Debemos aprovechar este apoyo mayoritario para dar un salto cualitativo desplegando nuevos proyectos de energías renovables", ha añadido el consejero, tras advertir que “no se puede abastecer a la industria únicamente con placas solares en los tejados de las viviendas”.
Euskadi se encuentra así en una época de transición, criticada por gran parte social -en especial en Álava- pero, según estos datos, apoyada por otra mucha.