Bizkaia cultiva su talento joven: "Ellos quieren trabajar y las empresas les están esperando"

A pesar de que la batalla entre empresas por el talento es feroz, en Euskadi hay en torno a 100.000 personas en paro. Mientras el problema ahora está sobre todo en el colectivo de mayores de 45 años, entre los jóvenes el alcance del desempleo ha menguado mucho respecto a la última crisis, en parte gracias a programas impulsados desde la administración como 3R Gaztea o Gazte on, del departamento de Empleo de la Diputación de Bizkaia.

Son dos planes de inserción para jóvenes con perfiles diferentes pero con el mismo objetivo de conectar el talento con las empresas y a la vez contribuir a la cohesión social y el desarrollo económico de Bizkaia, expone Susana González, directora de Empleo de la Diputación de Bizkaia, en un encuentro organizado por Crónica Vasca con varios de estos jóvenes que han pasado por los itinerarios de inserción del ente foral. 

"El triunfo de estos jóvenes es un triunfo de toda la sociedad. Que ellos no puedan entrar al mercado de trabajo es malo para todos", apunta González. "Esto va de reducir el desempleo pero también de qué sociedad queremos construir".

Foto de familia de cinco jóvenes que han participado en los programas de la Diputación de Bizkaia, con Susana González / P. Oribe

Distintos perfiles, un objetivo

Como desgrana González, los programas 3R Gaztea y Gazte on que coordina el departamento de Empleo de la Diputación de Bizkaia están enfocados a un público distinto.

El primero surge en pleno confinamiento cuando las tasas de desempleo aumentaban cada día. "Ahí veíamos que los principales afectados eran jovenes, también con cualificación, con formación universitaria. De la mano de las tres universidades vascas lanzamos este programa no tanto enfocado a las competencias técnicas sino más competencias transversales como comunicación, liderazgo, resolución de conflictos... los requisitos que al final las empresas valoran más", explica González.

3R Gaztea tiene un requisito mínimo de inserción del 50% de participantes, aunque el año pasado la UPV/EHU alcanzó el 100% dentro de este programa.

Desde 2020 han participado 1.000 jóvenes, de los cuales más de la mitad ya están trabajando.

"En mi caso me ha servido para reforzar capacidades clave para mi trabajo. De la facultad salimos todos con lo mismo y estas cosas son las que te diferencian ante la empresa", dice Josu Basterra, graduado en Traducción e Interpretación en la UPV y uno de esos más de 500 jóvenes que ha aprovechado 3R Gaztea para iniciar su andadura profesional.

Gonzalo Apoita y Josu Basterra, jóvenes que han participado en el programa 3R Gaztea de la Diputación de Bizkaia / P. Oribe

Gonzalo Apoita es graduado en Relaciones Internacionales en la Universidad de Deusto y, tras hacer el curso de acceso a la abogacía, optó por el plan de la Diputación para rematar su formación. Lleva año y medio trabajando en la consultora del Grupo Mondragon LKS-Next. "Destacaría el buen trato y el seguimiento de la tutora del programa. Cuando consigues trabajo lo vive como un triunfo también suyo", dice Apoita.

Personas tuteladas

Gazte on está enfocado a personas con las que la Diputación está trabajando dentro de la denominada Estrategia Joven. Se trata de un itinerario algo más largo que incluye, además de cuestiones básicas como el aprendizaje del idioma o matemáticas, también formación técnica específica de cara a dar el salto al mercado laboral.

La primera edición en 2020 logró ya una inserción del 80% de inserción y desde entonces ha formado a medio millar de jóvenes, de los que unos 300 están ya trabajando y el resto continúa su aprendizaje. Actualmente la inserción ha llegado al 100%.

"Las personas jóvenes, al margen de su origen y sus características personales, funcionan y empresas les necesitan. Ellos quieren trabajar y las empresas les están esperando", señala González.

Abdellatif Bourki, Kawsu Drammeh y Khalid Ouchou, del programa Gazte on / P. Oribe

Un aspecto clave del programa es que sirva para regularizar la situación administrativa de muchos de estos jóvenes. En la primera edición de 2020 la mayoría no tenía los papeles en regla, una situación que ha ido cambiando en los últimos años gracias a las modificaciones normativas.

Esta nueva edición de Gazteon además incluye una nueva línea de trabajo con jóvenes de 16 a 18 años que aun están en el sistema de proyección de la Diputación y se va a ampliar el foco además al sector de la construcción.

Los itinerarios ahora incluyen algunas de las profesiones más demandadas como soldadores, chorreadores (pintura de estructuras metálicas) o profesionales de hostelería.

En cuanto a los otros eslabones de la cadena, son actores clave la cooperativa Peñascal, que ha va dando oportunidades a los jóvenes a través de las entidades y empresas asociadas, como el Centro de Formación Somorrostro. En el ámbito empresarial destaca Haizea Wind, cuya expansión ha servido de puerta de entrada al mercado laboral para muchos de estos jóvenes.

Jóvenes que han pasado por los programas de empleo de la Diputación de Bizkaia, con Susana González / P. Oribe

"Quiero montar mi empresa"

Abdellatif Bourki tiene 21 años. Nació en Marruecos y lleva cinco años en Euskadi. Tras estudiar dos años de FP de carpintería pasó por el programa Gazte on y ya está contratado por una de las empresas de la órbita de Peñascal.

"Al principio no me gustaba nada el trabajo de carpintería, pero ahora ya estoy más contento. Ahora que me pagan pues es otra cosa (risas)", dice el joven marroquí. ¿El futuro? Bourki lo tiene claro. "Quiero montar una empresa propia, dentro de cinco años o así".

También nació en Marruecos Khalid Ouchou, que lleva solo tres años en Euskadi y con 20 años trabaja como camarero y en servicios de catering. Primero hizo un curso en Lanbide y luego pasó a hacer prácticas de la mano de Peñascal en el ámbito de la hostelería: "Estoy feliz y agradecido".

Kawsu Drammeh tiene 20 años y nació en Gambia. Ya está trabajando, al igual que Ouchou, en la hostelería. "Tengo claro que quiero ser cocinero. Trabajo mucho, pero me gusta", dice. Por ahora es ayudante de cocina pero, ya se sabe, en la hostelería trabajo no falta y oportunidades de progresar tampoco.