Osakidetza realiza un alto número de contratos temporales /EFE

Osakidetza realiza un alto número de contratos temporales /EFE

Economía

Los contratos de menos de una semana se disparan pese a la reforma y son ya la mitad de los temporales

El tirón del sector público y de actividades como la hostelería o el transporte impulsan con fuerza los nuevos empleos de muy corta duración

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El buen momento de salud general que atraviesa el mercado de trabajo y las restricciones de la última reforma han permitido una reducción global de la temporalidad, una de las aristas más afiladas de la precariedad laboral.

Aun así no es oro todo lo que reluce. Las estadísticas que reconocen una progresiva bajada en el número de contratos eventuales en Euskadi desde 2022, sobre todo si se ponen en relación al volumen total de nuevos empleos, esconden en este último año un dato a contracorriente.

Se trata de un fuerte incremento en la creación de nuevos empleos de muy corta duración, con una duración final por debajo de los 8 días, que contrasta con la tendencia a la baja del resto de puestos temporales, agrupados principalmente desde la reforma en la modalidad de circunstancias de la producción, limitada a seis meses prorrogables a un año.

Durante el verano, la hostelería es uno de los sectores donde más aumentan los contratos / FREEPIK

Durante el verano, la hostelería es uno de los sectores donde más aumentan los contratos / FREEPIK

Casi el 46%

La mayor parte de los nuevos empleos temporales acaban consumiéndose, de hecho, antes de una semana.

La cuestión es que este tipo de contrato más breve cayó a plomo el año de la pandemia, por incrustarse precisamente en algunos de los sectores que más sufrieron las restricciones sanitarias como la hostelería, se recuperó ligeramente en 2021 y los dos años siguientes recuperó la curva descendente.

El año pasado sin embargo cambia la tendencia y aumenta en 33.000 el número de este tipo de empleos de más corta duración hasta 263.000, el dato más alto precisamente desde 2019, justo antes del desplome por el covid, según las series del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe), lo que supone casi el 46% de todos los eventuales.

El incremento influye además en otro indicador ligado a la precariedad como es la rotación laboral, es decir, el número de contratos que firma cada trabajador en el año, que escaló hasta 2,6 el pasado año tras tocar suelo en 2023.

Manifestantes a favor de una mejora de Osakidetza

Manifestantes a favor de una mejora de Osakidetza EFE

El sector público, al alza

Todo ello en un contexto general favorable para la ocupación pero en el que tiran de la actividad sectores muy estacionales como la hostelería, los empleos ligados al turismo en general, la logística y el transporte o la propia administración pública.

El sector público se mantiene como uno de los grandes generadores de nuevos puestos de trabajo, con un avance imparable en el volumen total de trabajadores. Según la última estimación de Eustat de arranque de 2024 casi 150.000 personas tenían un contrato ligado a las distintas administraciones en Euskadi, mientras que el INE eleva la cifra al cierre del pasado año a más de 180.000, en todo caso en línea ascendente.

Según esa encuesta de Eustat, el personal estatutario interino y el laboral temporal suman casi el 42% de los trabajadores del sector público, con una lidera tendencia a la baja de la temporalidad global. Con todo, los grandes servicios públicos como la educación, especialmente marcado por las dinámicas del curso escolar, y Osakidetza son grandes focos de temporalidad condicionada además por el sistema de listas, que favorece un alto número de contratos de muy pocos días.