El 2020 fue peor aún de lo previsto para Rolls Royce. La propietaria de ITP ha visto como las pérdidas se han elevado a más de 4.660 millones de euros, 1.000 millones más de los 3.614 millones apuntados como previsión. Y es que los ingresos de la compañía se redujeron en 4.315 millones. Las cifras apuran aún más la situación de la compañía británica que ha tenido que destinar 8.513 millones de euros con capital y deuda para apuntalar los balances de la empresa. Se trata de unas circunstancias que empujan aún más a la compañía británica para acelerar el proceso de venta de ITP. Según ha confirmado el director ejecutivo de Rolls, Warren East, el proceso "está progresando bien" y ha confirmado también las conversaciones con "varios compradores potenciales". Además, ha señalado que "estamos abiertos a acercamientos de cualquier parte con una oferta creíble en este momento. Eso incluye potenciales inversionistas o socios españoles"
Y es que en el caso de la aeronáutica vasca ITP, por la que Rolls Royce espera obtener 1.500 millones y que ha levantado el interés de varios fondos de inversión y también de la empresa aeronáutica alemana, MTU, empiezan a aparecer problemas relacionados con los intereses nacionales. Hasta este momento la capacidad de liquidez de los fondos de inversión ganaba terreno, pero las advertencias del Gobierno de España han empezado a sonar con contundencia.
Confianza en la recuperación en 2021
En cuanto a los resultados, Warren East, ha señalado que lo "peor ha quedado atrás" y confía en que la recuperación del tráfico aéreo gracias a la vacunación pueda incrementarse en este año un 55% y que esa cifra se convierta en un 80% sobre el 2019 en 2022. East ha señalado que se han puesto en marcha diversas acciones de reestructuración de la compañía. Entre las que se cuenta un ajuste de plantilla de 7.000 puestos de trabajo y la venta de ITP Aero, entre otros activos.
La caída de los pedidos y el descenso del tráfico aéreo provocado por la pandemia ha generado un aumento de las pérdidas que hacen más necesaria la venta de la aeronáutica vasca para que Rolls Royce pueda, junto a la recuperación de los pedidos, volver a números negros en la segunda mitad del 2021 y generar en 2022, al menos, 874 millones de euros.
La compañía británica contaba con que el proceso para vender la aeronáutica vasca vasca ITP iba a requerir más tiempo, pero la venta de Bergen, uno de sus activos en Noruega, al grupo ruso TMH, le había dado algo de oxígeno. La cuestión es que esa operación se está atascando por las pegas del Gobierno noruego y eso aumenta la necesidad de desatascar la situación.
Según informa Bloomberg, la empresa británica que ya había anunciado la venta de Bergen Engines el 4 de febrero al grupo ruso TMH por 150 millones, se está en contrando con problemas del Gobierno nórdico que "tras investigar este asunto, no puede descartar que la venta entrañe riesgos para los intereses nacionales". Así lo ha señalado la ministra de Justicia y Seguridad Nacional Monica Maeland.
Exigencias para nacionalizar la operación de ITP
Solo en la última semana han sido dos los miembros del Gobierno que se han manifestado. La secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, defendió abiertamente el martes la posición del Ejecutivo en favor de que la titularidad de la compañía sea española, yendo un paso más en el discurso sostenido hasta ahora. Así el pasado viernes, el Secretario General de Industria, Raúl Blanco, había señalado que ITP, por su participación en proyectos de Defensa a través de la aviación militar tiene un carácter de "seguridad nacional" y es "estratégica para el país", por lo que insistió en que el proceso de venta será seguido con la "máxima prioridad".
La propia Rolls Royce ha reconocido contactos con los Gobiernos central y vasco para tratar de asegurar el proyecto empresarial de ITP para que sus nuevos dueños "sigan invirtiendo en su excelente tecnología, innovación y plantilla".