Hay temor por significarse en las bodegas pequeñas que venden en Euskadi

"Tengo clientes a los que vendo que son de todas las ideologías". Es una de las frases que surgen en la conversación con bodegas pequeñas de Rioja Alavesa cuando se trata la cuestión de la denominación de "Viñedos de Álava". Y es que el dinero ha sido siempre miedoso y los mercados muy sensibles al conflicto. Por eso, a los gerentes les cuesta significarse abiertamente en contra de una iniciativa impulsada por el Gobierno vasco. Lo mismo ocurre con la decena de bodegas que salieron de ABRA cuando la iniciativa de la denominación alternativa se puso en marcha. Varias de ellas no recuerdan como algo agradable que se publciaran sus marcas. "Tenemos que vender en muchos bares en País Vasco y esta significación no ayuda"

Pero la capacidad de asustar de la política también ha afectado a las pocas bodegas que defienden la necesidad de una denominación propia. De hecho, el listado de las que solicitaron a ABRA que impulsara los trámites no se ha hecho público. En este caso, apuntan, "vendemos fuera y la lectura política que se hace de esta iniciativa nos daña y no es justa, defendemos un modelo propio". Así que, salvo excepciones, solo los grandes grupos bodegueros han expresado públicamente su posición, en este caso, siempre favorable a permanecer bajo el amparo del paraguas de la DOCa Rioja. 

Entre las bodegas que defienden una y otra posición, se reconocen la ambición y legitimidad de defender un modelo, una apuesta por una vitivinicultura. Otra cosa es que coincidan en los medios. Pero se desprende respeto por gente que comparte viñedos, mercados, problemas y retos. Lo que también coinciden en señalar es que este ruido no les es cómodo para la venta y son rehacios a hablar abiertamente para evitar la polémica pública asociada a la política.