La Bolsa ha acogido este lunes con entusiasmo el anuncio de la OPA de MásMóvil sobre Euskaltel. Durante este mañana las acciones de la compañía se han disparado un 16%.
La operación comunicada la tarde del domingo a la CNMV, sale adelante con el visto bueno de los principales accionistas de la empresa, Zegona, Kutxabank y Corporación Alba, propietarios entre todos del 52,38% de las acciones, y también con los parabienes del Gobierno vasco, que asegura que era conocedora de la operación y que, en principio no se muestra preocupado por el arraigo de la compañía en Euskadi, al tratase de un acuerdo entre "dos empresas de país".
En la comunicación enviada a la CNMV, la empresa adquiriente se compromete a que la empresa mantenga la sede en Euskadi durante al menos 5 años, así como el empleo actual, ya que se asegura que no se llevará a cabo nigún ERE en ese periodo de tiempo.
Pero, al margen de ese compromiso escrito, no habrá mucha más garantía de continuidad en Euskadi, ya que con Kutxabank fuera de la empresa no habrá un socio potente vasco en la futura compañía que pueda poner veto a posibles acciones que perjudicaran el arraigo en Euskadi, más allá del casi 13% de accionariado local con el que cuenta MásMóvil. Una empresa que es cierto que tiene sede en San Sebastián, pero con su centro decisión está en Madrid y con mayoría accionarial es de capital extranjero, los fondos norteamericanos KKR y Providence, y junto con el británico Cinven. Pasado ese periodo de cinco años, todo quedará en manos de los nuevos dueños. Desde la sede al empleo.
El arrigo de Euskaltel a Euskadi es una cuestión de gran carga política ya que la empresa de telecomunicaciones ha recibido cuantiosas ayudas públicas para su desarrollo y en sus inicios fue la empresa bandera del nacionalismo vasco. La oposición ya ha criticado en bloque la operación por la posibilidad de que Euskadi pierda finalmente la sede de la empresa.
Habrá que esperar no obstante a ver cómo evoluciona el proceso de OPA, y cómo se constituye el próximo Consejo de Administración, en el que ya no tendrá ninguna presencia Kutxabank como vículo con Euskadi.
El banco vasco cree que el arraigo está garantizado y ha considerado que la OPA es "una buena operación" para la empresa porque "contribuye a la sostenibilidad futura" de Euskaltel, y así lo demuestra su impulso en Bolsa en las últimas horas.
Además, entiende que esta operación le permite competir por ser una de las primeras empresas de telecomunicaciones en el Estado. También ha destacado que es un operador domiciliado en Euskadi, con "clara vocación consolidadora, inversora y de crecimiento".
Por su parte, Euskaltel ha comunidado a la CNMV que creará un comité para el seguimiento de la OPA integrado por consejeros que no se encuentren en situación de conflicto de interés. Hay que tener en cuenta que los tres principales accionistas han dado ya su visto bueno a la operación. En esta comunicación, sin perjuicio de lo anterior, los miembros del Consejo de Administración de Euskaltel se pronunciarán sobre la OPA en los plazos establecidos por la normativa aplicable, una vez la CNMV autorice la OPA y el Consejo reciba los informes financieros y el asesoramiento legal necesarios.
De momento, el proceso de OPA deja en suspenso la venta del 49% de su red de fibra a FibreCo.
La OPA supone una nversión total por parte de Más Móvil, de 2.000 millones de euros y supone el pago de un 11,17 euros por acción, lo que se convierte en una prima del 26,8% para los accionistas que venden. La operación pretende convertir a la nueva empresa en el tercer operador de mercado.