Las empresas vascas, ante el atasco de la recuperación económica, reclaman activar las ayudas directas de "manera urgente" para tratar de inyectar liquidez en un tejido que empieza a notar de forma generalizada una caída de actividad hasta en el 90% de las empresas. El retraso de los Fondos Europeos, la vacilación en el programa de vacunación y el mantenimiento de las restricciones por los contagios de coronavirus siguen afectando al tejido empresarial, así se destaca en un informe de la patronal vasca que alerta de que marzo ha empeorado aún más la situación económica y la percepción empresarial de cara al futuro. Un diagnóstico en el que se reclama a la Administración la activación de ayudas directas, la intervención en el precio de las materias primas que acumulan subidas continuadas en lo que llevamos de año, aumentar las licitaciones públicas, más ayudas fiscales y aplazamiento de pagos y dar continuidad a los ERTE. Y es que, tras un mes desde que se anunciaran los 11.000 millones de euros para las pymes del Gobierno de España, las ayudas no se han formalizado y no llegarán a las empresas antes del mes de junio.
El 2021 definitivamente ha dejado de ser el año de la recuperación para convertirse en un año puente. Los datos del crecimiento económico anunciados ayer por el Gobierno vasco pusieron en evidencia que la reactivación económica no llega. Así, en el primer trimestre del año el PIB se redujo un 2,9% respecto al mismo periodo del año pasado, y eso que en mitad de marzo del 2020 fue cuando la pandemia paralizó todo el tejido productivo. La economía, por tanto, sigue en números negativos y tan solo mantiene el ritmo del final del año pasado. El crecimiento sobre el último trimestre del 2020 sólo se ha incrementado el 0,2%. El resultado también ha repercutido sobre los datos del empleo, que han retrocedido un 2,1% respecto a enero, febrero y marzo del año anterior.
Las empresas en el último trimestre han detectado también la sensación de retraso en la recuperación. El incremento de costede las materias primas y los problemas de abastecimiento en algunos sectores, como el metal, los plásticos o las impotarciones de Asia, están contribuyendo a hacer estructural una crisis que deteriora indicadores como la facturación o las inversiones y que aleja la recuperación al año 2023. Según el informe del mes de marzo de SEA-Empresas Alavesas el 90% de las compañías tienne caída de actividad por la falta de pedidos, los descensos de facturación se sitúan alrededor de un 20% y 9 de cada 10 empresas ya consideran que será necesario más de un año para recuperar los niveles de actividad previos a la pandemia.
Más de la mitad de las empresas señala que están "muy" afectadas por la crisis de la pandemia
La sensación de las empresas no es más que un reflejo de esa situación. La patronal viene alertando de problemas desde el arranque del año: el mantenimiento de las restricciones, la lentitud en la vacunación o el retraso de las ayudas son algunas de las causas sobre las que Confebask, CEBEK, Adegi y SEA-Empresas Alavesas han venido alertando este trimestre. Esta sensación da un paso más en el informe del primer trimestre del año realizado por la patronal alavesa en el que se detecta un empeoramiento de las perspectivas de 2021 en el que la incertidumbre llega también a 2022. Las causas de este empeoramiento siguen residiendo en los problemas de movilidad, la vacunación, pero también se añaden otras cuestiones como la escalada del precio de las materias primas. Un conjunto de elementos que agrava la crisis y empeora las previsiones. Así, si en febrero la crisis y los problemas de la pandemia afectaban mucho al 37% de las empresas, en marzo ese índice ha subido hasta el 52%, con lo que más de la mitad de las empresas están muy afectadas por el coronavirus.
Otro de los datos que agrava las perspectivas empresariales es el de la cartera de pedidos. Si en febrero el 15% de las compañías señalaba que su nivel de encargos era muy débil, en marzo el porcentaje ha subido al 20%. Del mismo modo el empleo también se encuentra un horizonte más oscuro, así en marzo solo el 6% de las empresas contaba con disminuir sus plantillas y, en cambio, en marzo el porcentaje se incrementaba hasta el 12%.