El Grupo Arteche quiere consolidar su crecimiento con la inyección de capital que supondrá su salida al mercado bursátil secundario, el BME Growth, para lo que buscará oportunidades de negocio comprando o fusionando otras empresas.
La empresa que presidente Alex Arteche buscará en el mercado un mínimo de 40 millones de euros mediante la salida a Bolsa, y al menos 30 millones se invertirán en financiar el plan estratégico de la empresa, que se extenderá hasta el año 2023. Un plan que tiene entre sus puntos principales fomentar el crecimiento "orgánico e inorgánico" de la compañía. Es decir, compaginar el crecimiento de la empresa por su actividad normal con el aumento de tamaño de la empresa vía posibles compras o fusiones.
Fuentes de la empresa han confirmado que tienen en mente posibles operaciones y que ahora está por ver si finalmente "alguna de ellas se consolida".
La empresa espera crecer de la mano de la creciente tendencia de la industria a caminar hacia la sostenibilidad y las cero emisiones, así como de la tendencia en todo el mundo a potenciar lo eléctrico frente a otras formas de energía para potenciar la descarbonización. Un camino que puede llevar a la empresa a buscar nuevos puntos que le permitan estar cerca de las inversiones de sus clientes, entre los que se encuentra por ejemplo Iberdrola.
La entrada de capital será fundamental también para desarrollar proyectos innovadores relacionados con la sostenibilidad y la tendencia generalizada de la industria hacia las cero emisiones, una ola, la de la sostenibilidad ambiental, a la que ha sumado la empresa desde hace años como motor de crecimiento. En este punto se enmarca un proyecto en el que trabaja con otra empresa para poner en marcha transformadores de gas que emitan gases menos contaminantes.
De momento, la empresa, que anunció su decisión de salir a Bolsa el pasado 11 de mayo, se encuentra en el proceso de negociación con los posibles inversores y determinando la valoración con la que la compañía saldrá a la mercado.
Mantener el control de la familia
Empresa familiar de tercera generación controlada aún por el núcleo original -casi una 'rara avis' ya en el nuestro entorno empresarial- los actuales directivos tienen como premisa de esta salida a Bolsa mantener el control de la familia sobre la empresa, por lo que su intención es salvaguardar la propiedad mayoritaria del accionariado.
Actualmente la familia cuenta con un 66% de las acciones, mientras que el resto se reparte entre el empresario Dámaso Casado un 24% y el Gobierno vasco, a través de un fondo gestionado por la Spri, cuenta con el 7%.
Desde la compañía consideran que la salida al mercado de valores supondrá "un antes y un después" en la historia de la empresa, que acumula 75 años de experiencia y que es uno de los referentes mundiales en el diseño, fabricación, integración y comercialización de transformadores de medida, integrando soluciones completas en régimen llave en mano para la construcción de subestaciones y líneas de alta tensión, así como proyectos llave en mano de parques eólicos. El año pasado facturó 265 millones, con un Ebitda (beneficio bruto de explotación) del 11 % sobre ventas.
El Grupo tiene sede en Mungia (Bizkaia) , once plantas repartidas en cinco países, ( Venezuela, México, Argentina, Brasil y China) y una plantilla de más de 2.000 trabajadores. Todo un hito para la empresa que nació en 1946 de la mano de Aurelio Arteche a su regreso del exilio, primero en Bélgica y después en Venezuela. Tras empezar a fabricar los primeros transformadores eléctricos y relés auxiliares de otras compañías bajo liencia, a partir de finales de los 60 empieza a dar pasos de su independencia tecnológica y ya en 1973 empieza a realizar sus propios desarrollos hasta convertirse hoy en día en referente tecnológico. El Grupo Arteche Dedica cada año alrededor del 3% de la contratación a su centro de innovación.