Mercedes retomará el próximo lunes 28 de junio la producción tras una semana parada. A pesar de recuperar la produccion y mantener los objetivos de este año, la situación obliga a Mercedes a abrir un proceso de consultas para aplicar un ERTE. Las dudas siguen en el aire sobre lo que va a durar la reactivación de la producción y sigue la posibilidad de convocar nuevos paros.
El pasado jueves 17 de junio, la dirección de Mercedes comunicaba a sus trabajadores la decisión de para la producción del 21 al 26 de junio. El motivo ha sido la falta de los elementos electrónicos, chips y semiconductores que provienen de Asia y cuya escasez está dejando tocado al sector de la automoción, aunque la demanda de vehículos en el caso de las furgonetas de la marca alemana avanzaba a buen ritmo.
A pesar de todos los esfuerzos en logística que viene realizando Mercedes en su fábrica de Euskadi, la falta de materiales eléctricos como semiconductores y chips sigue afectando a la producción. La situación obliga a reducir la producción de la planta de Vitoria que hasta ahora había conseguido mantener un ritmo de fabricación diaria cercana a las 600 unidades. Según los sindicatos, en este momento hay en torno a 5.000 unidades de la Vito y la Clase V acumuladas en los alrededores de la fábrica.
De momento, los cerca de 5.000 trabajadores directos de Mercedes cuentan con la bolsa de horas regulada y la cuenta de referencia de su convenio, que traslada cierto colchón. No ocurre así con los más de 2.000 empleados que desarrollan su labor en las empresas subcontratadas por la compañía y que, en su gran mayoría están están ubicados en el conocido parque de proveedores de Mercedes. Estas empresas proveen de servicios logísticos o piezas como las butacas, los salpicaderos o los ejes y dependen directamente de la actividad. Esta situación activa las alamas de todas estas empresas proveedoras que se encuentran a un paso de tener que recurrir al ERTE.
Entre las empresas auxiliares de Mercedes se encuentran DHL y Ceva, centradas en tareas de logística; SAS, una de las más afectadas por los componentes electrónicos que hay en los salpicaderos; Benteler, que realiza los ejes de las furgonetas o Lear, que realiza las butacas de los vehículos. El parón de la producción les afecta de lleno y cuentan solo con la bolsa de horas generadas en enero, cuando la producción todavía no estaba a pleno rendimiento.
Un problema que continuará hasta 2022
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, considera que este problema no se podrá resolver y volver a la normalidad en su comercio hasta 2022.
Esta es una situación que afecta en mayor medida a Mercedes por ser el mayor fabricante de Álava, pero también repercute en la producción de muchas otras empresas vascas. Los semiconductores son componen que solo están en los vehículos sino en todos los elementos electrónicos. Tal y como ha detallado la consejera, crece por tanto la demanda, pero por otra parte, la producción está concentrada en muy pocos países. A esto hay que sumarle la velocidad, mayor de la esperada, con la que se está recuperando la economía mundial que lleva a aumentar la demanda.
"Parece que la situación no se va a resolver o va a volver a normalidad en ese comercio hasta 2022 y la propia Unión Europea se esta planteando tener una parte de la producción de los semiconductores que van a ser necesarios en Europa. Pero no va a ser el único problema, porque vamos a tener también dificultades asociadas al vehículo eléctrico y a todos los materiales que vamos a necesitar para sus baterías. Su producción también está concentrada en pocos países y al crecer la demanda, la UE tendrá que valorar la situación y tomar las decisiones oportunas a la mayor brevedad", ha señalado Tapia.