El sindicato ELA, el mayoritario en el comité de los trabajadores de Tubacex, ha valorado la sentencia que anula los despidos en las plantas alavesas y ha animado a la plantilla a "seguir luchando" hasta que la empresa haga efectiva la vuelta de los trabajadores afectados "con todas las garantías". LAB por su parte, ha exigido a la empresa que cumpla la sentencia y ha pedido la dimisión de la actual dirección de la empresa.
En una nota, el sindicato ELA ha considerado que el alto tribunal "viene a reforzar la posición defendida por ELA de no dar cobertura a ningún acuerdo que suponga la destrucción de puestos de trabajo, ya que no existen causas para despedir". Han valorado de manera "muy positiva el gran trabajo" llevado a cabo por sus delegados y afiliados de Tubacex y ha felicitado la plantilla, en huelga desde el pasado 11 de febrero en defensa del empleo, por lo que ha considerado un "triunfo".
Desde LAB, apuntan que hoy cumplen "146 días en huelga indefinida, 146 días de piquetes, de manifestaciones, de duras marchas dentro y fuera de la comarca, identificaciones, denuncias, detenciones y golpes de la Ertzaintza, todo ello para denunciar lo que ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco a través de esta sentencia”.
Según las sentencias, ha constatado, “no existen razones objetivas estructurales para despedir a 129 compañeros ni existen razones para destruir condiciones de trabajo”. Por ello, LAB ha exigido a la empresa que cumpla con las sentencia que reconoce la nulidad de los despidos y readmita con carácter inmediato a toda la plantilla despedida.
Además, ha exigido “que acepte la decisión del TSJPV desistiendo de cualquier recurso futuro, para que se pueda cerrar este conflicto de la mejor manera posible y realmente se pueda hablar, sin amenazas, de cómo abordar esta fase coyuntural derivada del covid entre todos”. Sin embargo, desde la empresa ya han anunciado que presentarán un recurso ante el Supremo al considerar "incomprensible" la nulidad de los despidos.
A juicio de LAB, “ante el conflicto y despropósito que ha generado, Tubacex está obligada a depurar responsabilidades” y ha pedido “la dimisión de la dirección de Tubacex, así como del consejero delegado Jesús Esmoris” y ha preguntado al Gobierno Vasco qué piensa hacer al respecto.