Comienzan los movimienos en Tubacex. El comité de empresa se ha reunido por primera vez tras conocer la decisión del TSJPV de declarar nulos los despidos de 129 trabajadores de las plantas de Llodio y Amurrio. En un comunicado posterior a esta reunión ha exigido a la dirección que cumpla la decisión de la justicia vasca y readmita a todos los trabajadores afectados por el ERE. En esta misma exigencia, también solicitan una reunión con los directivos para aclarar todas las derivadas que se puedan dar de la ejecución de dichas sentencias.
De manera particular, el sindicato ELA, el mayoritario dentro del comité de empresa de Tubacex, ha anunciado que, en el caso de que la empresa no reincorpore a los despedidos en cinco días, estudiará continuar con la huelga indefinida, de la que se cumplen 147 días. Esto de suma a la reacción de LAB, que ha pedido la dimisión de la actual dirección, han sido las de mayor intensidad en un comité que hasta que ahora ha mantenido la unidad de acción, pero en el que subyacen diferentes formas de afrontar la situación.
El pronunciamiento del Tribunal llega después de 146 días de huelga y da la razón a los sindicatos, al menos en lo más importante, la anulación que solicitaban del ERE. Tras la última vista, que tuvo lugar el 22 de junio, cualquier toma de decisión quedaba a expensas de la solución que adoptaran los tribunales en una situación de tensa espera en la que la plantilla acumula una larga huelga indefinida que ha dejado sin fondos las cajas de resistencia de los sindicatos, solamente la de ELA aguanta. Por su parte, la empresa mantiene una situación complicada, tras las pérdidas de 25 millones de euros en 2020 y las de más de 16 millones del primer trimestre de este año, en la que ve cómo cierta recuperación de la cartera de pedidos no se puede repercutir en las plantas de Llodio y Amurrio lo que supone, según ha explicado, dejar "seriamente amenazada" la continuidad de esas instalaciones.
La decisión supone un serio revés para la empresa que ya anunciado que presentará un recurso ante al Tribunal Supremo porque ve "incomprensible" que los diferentes magistrados no hayan tenido en cuenta que "el sector del gas y del petróleo afronta un importante cambio de modelo". La incógnita está en qué ocurrirá con los empleados readmitidos: si se planteará una incorporación a los puestos de trabajo o solo se aplicará la sentencia enviándoles el sueldo a casa, como ha ocurrido con el despido nulo de PCB, la filial de ITP Aero cuyo ERE también fue anulado por los tribunales. Según han confirmado fuentes sindicales, estas decisiones serán relevantes para ver qué posición se podría adoptar respecto a la huelga indefinida.
Septiembre podría ser el punto de retorno a esta situación. Para esa fecha, termina el ERTE que la empresa activaba en febrero cuando daba a conocer el ERE, y volverán los trabajadores tras los 20 días de vacaciones, remuneradas, generadas durante el año.
La empresa mantiene la gravedad de la situación
La empresa mantiene el discurso y, tras conocer las sentencias, anunció que recurriría al Supremo la anulación de los despidos. Para la dirección de Tubacex es incomprensible que los magistrados no hayan considerado como estructural la crisis del sector de los tubos que se desarrollan para gas y petróleo y haya achacado la crisis a un elemento coyuntural, como es la pandemia derivada del coronavirus. Tras el rechazo de los sindicatos al planteamiento de un acuerdo para abandonar la huelga a cambio de mantener los empleos hasta 2024 con los salarios de este año y, eso sí, sin recuperar a ninguno de los 128 despedidos, Tubacex anunció que la pérdida de pedidos generaba una situación en la que la continuidad estaba "seriamente amenazada".
Tubacex cuenta con más de una decena plantas de producción a las que puede derivar una carga de pedidos que ya previó que se iban a incrementar para el sector del gas y que no han podido desarrollarse en las instalaciones de Euskadi.