La inversión media para emprender en Euskadi, de 25.000 a 15.000 euros en 2021
El Observatorio de Emprendimiento Vasco señala un avance respecto al año anterior, aunque la incertidumbre condiciona la percepción de oportunidades
8 julio, 2021 14:30El emprendimiento vasco resiste a pesar de la crisis covid-19 con un avance respecto al ejercicio anterior. Así lo refleja el Informe Global Entrepreneurship Monitor de la Comunidad Autónoma del País Vasco, donde el 5,25% de la población está en posesión de una empresa de menos de tres años y medio de vida. Respecto a cifras prepandemia, uno de los cambios más significativos es el descenso del capital semilla para emprender que, por término medio, se sitúa en 15.000 euros frente a una media de 25.000 requerida en 2019, volviendo a mínimos de 2016. El capital promotor habitual siguen siendo, sin embargo, los ahorros personales, situándose en un 56% las las personas emprendedoras que solo han utilizado esta opción.
Según refleja el informe presentado este jueves por el Observatorio de Emprendimiento Vasco (EEB-OVE), el acceso a financiación bancaria "está muy relacionado con la consolidación empresarial". Uno de cada cuatro proyectos ha accedido a financiación bancaria y aquellos que lo han hecho, cubren el 64% de sus necesidades financieras. Así, los proyectos emprendedores consolidados han "aguantado bien" la crisis, aumentando el número de puestos de trabajo de una media de 13 a 16, si bien "hay que poner mayor atención en el potencial emprendedor", ha Señalado María Saiz, presidenta de EEB-OVE, quien ha expuesto las principales conclusiones de esta investigación: "Estamos acostumbrados a un perfil estable y viene gente con diferentes perfiles y recursos, debemos adaptar los programas de apoyo a la creación de empleo, podría hacerse el esfuerzo de adaptar de manera más personal los programas a cada uno de los colectivos".
Del acceso a la riqueza a 'ganarse la vida'
Actualmente, la edad media para emprender en Euskadi se mantiene en los 40 años, más del 60% con un nivel de educación superior y post-universitaria y parten de un nivel de renta un tercio superior a la media. Mientras, de las personas que pretenden emprender en los próximos tres años, solo el 36% parten de una renta media-alta. La motivación principal del colectivo emprendedor vasco es ‘ganarse la vida’, por falta de empleo alternativo, un cambio relevante con respecto al año pasado, en el que la principal motivación era generar riqueza o acceder a una renta muy alta.
"Sigue estando presente el hecho de que la mayor parte de emparedamiento está situado en servicios, pero ha perdido peso relativo, ganándolo el de servicios intensivos en conocimiento y la industria, energía y saneamiento", ha explicado la presidenta, que señala una reducción matizada en segmentos de innovación más radicales y la orientación internacional del emparedamiento vasco, sin bien con niveles mayores que el de proyectos consolidados. Los niveles de emparedamiento en Euskadi "están por encima de la media nacional y europea. Tenemos una buena infraestructura y debemos poner el foco en el capital humano, algo que se viene repitiendo en los 17 años que venimos trabajando estos datos", ha explicado Saiz.
Mayor miedo al fracaso
Los principales obstáculos para emprender destacados por los expertos se centran en la falta de apoyo financiero, las normas sociales y culturales, la capacidad emprendedora, la educación y formación. Obstáculos que se suman a la incertidumbre generada durante la pandemia en la población vasca que ve menos oportunidades para emprender, un 16,5% frente al 40% anterior, además del aumento del miedo al fracaso, un 65% transmite ese temor. "El apoyo financiero a los proyectos emprendedores sobre todo en sus primeras fases y el fortalecimiento de una cultura emprendedora y de inversión y riesgo son de vital importancia para robustecer el entorno para la creación y desarrollo de nuevos proyectos", reza el informe.
En este sentido, las condiciones que más favorecen el emprendimiento son el acceso a infraestructuras físicas y de servicios, programas gubernamentales y acceso a infraestructura profesional y comercial. "Merece la pena destacar la labor de las personas que han creado e invertido en nuevos negocios. Otra buena noticia es el que el perfil se mantiene estable, quien decía que iba a emprender lo ha hechos incluso en época de crisis y partimos de una infraestructura potente", ha concluido la presidenta.