Tubacex ha trasladado al comité de empresa que no está en condiciones de reincorporar al trabajo a los 128 despedidos en el ERE que anuló la semana pasada el Superior de Justicia del País Vasco. Las consecuencias económicas de la crisis del petróleo y el gas, así como el daño de la huelga, son causas para la dirección de la empresa que hacen imposible sostener la actual estructura de la plantilla. Por lo tanto, Tubacex sí acatará la sentencia que anuló el despido colectivo, pero tratará de llegar a acuerdos con los trabajadores afectados para pactar su salida caso a caso y, mientras tanto, les pagará el sueldo, pero sin que vayan a su puesto de trabajo en la fábrica. Así, pues, la empresa ha adoptado la opción de PCB (filial de ITP Aero) que tras una sentencia que anulaba su despido colectivo optó por enviar el sueldo a casa a los trabajadores afectados por la falta de pedidos.
Un nuevo ERTE a partir de septiembre
Tubacex señala que la situación de las plantas de Amurrio y Llodio es muy comprometida y, según ha explicado en la reunión que mantiene con los sindicatos, ha señalado que "técnicamente se acerca a una suspensión de pagos". Por eso ha anunciado que el actual ERTE, que está en vigor hasta septiembre, se ampliará con una afección de hasta el 50% para lo cual es necesario comenzar ya los trámites para concretarlo antes de agosto. Los anuncios de la empresa y el mensaje trasladado van al punto opuesto de lo que el comité de empresa había solicitado para replantearse parar una huelga indefinida que acumula 150 días. Aún así, los sindicatos deben analizar la situación y tomar decisiones para ver cómo afrontar este nuevo escenario.
El pronunciamiento del Tribunal llegó la semana pasada y dió la razón a los sindicatos, al menos en lo más importante, la anulación que solicitaban del ERE. Tras la última vista, que tuvo lugar el 22 de junio, cualquier toma de decisión sobre la huelga quedaba a expensas de la solución que adoptaran los tribunales en una situación de tensa espera en la que la plantilla acumula una larga huelga indefinida que ha dejado sin fondos las cajas de resistencia de los sindicatos, solamente la de ELA aguanta. Por su parte, la empresa mantiene una situación complicada, tras las pérdidas de 25 millones de euros en 2020 y las de más de 16 millones del primer trimestre de este año, en la que ve cómo cierta recuperación de la cartera de pedidos no se puede repercutir en las plantas de Llodio y Amurrio lo que supone, según ha explicado, dejar "seriamente amenazada" la continuidad de esas instalaciones.
Recurso al Supremo
La decisión del Tribunal supuso un serio revés para la empresa que ha anunciado un recurso ante al Tribunal Supremo porque ve "incomprensible" que los diferentes magistrados no hayan tenido en cuenta que "el sector del gas y del petróleo afronta un importante cambio de modelo". Tras el rechazo de los sindicatos al planteamiento de un acuerdo para abandonar la huelga a cambio de mantener los empleos hasta 2024 con los salarios de este año y, eso sí, sin recuperar a ninguno de los 128 despedidos, Tubacex anunció que la pérdida de pedidos generaba una situación en la que la continuidad estaba "seriamente amenazada". Tubacex cuenta con más de una decena plantas de producción a las que puede derivar una carga de pedidos que ya previó que se iban a incrementar para el sector del gas y que no han podido desarrollarse en las instalaciones de Euskadi.