Mientras el reloj corre en contra de la situación de Tubacex, con la producción prácticamente parada tras seis meses de huelga, crece la presión sobre el sindicato mayoritario, ELA, para que desconvoque el paro y se ponga fin el conflicto.
Durante el día de ayer, desde el departamento de Desarrollo Económico del Gobierno vasco se intentó contactar con el comité de empresa para intentar reconducir el conflicto, una labor que llevan ejerciendo desde que se convocó el paro, aunque sin éxito, De hecho, la sección sindical de ELA ratificó ayer que la propuesta de la empresa es "insuficiente", y que por lo tanto la huelga sigue mientras la empresa mantenga el recurso ante el Supremo contra la sentencia que anuló los despidos del ERE una postura que también defiende a capa y espada el sindicato LAB.
Por contra, CCOO, que ha sido el único sindicato que ha votado en contra de seguir con la huelga en la ultima votación del comité ha insistido este mañana por boca de su secretaria general, Loli Garcia, que es necesario "abrir un tiempo a la negociación" en Tubacex, tras los últimos movimientos de la empresa y que, por tanto, la huelga indefinida "debe parar". Y además, ha pedido que se dé "voz" al conjunto de la plantilla y que decida en referéndum si se desconvoca o no.
La dirigente de CCOO Euskadi ha manifestado que la empresa está dando "vaivenes" y ha recordado que el sindicato siempre ha defendido que se abriera un proceso de negociación en Tubacex. "Ante problemas estructurales o coyunturales busquemos medidas de flexibilidad interna negociadas, pactadas y acordadas para evitar despidos y garantizar el mantenimiento del empleo", ha añadido en declaraciones Europa Press y ha pedido que "se aporte el Plan Industrial para garantizar el futuro, no del próximo año, de la próxima década, la viabilidad de la empresa y el mantenimiento del empleo". "Esto es lo que no hemos visto a día de hoy, estamos en una situación complicada", ha manifestado.
El comité de empresa debería haber respondido ayer martes a la propuesta de la empresa, pero no lo hizo al considerar la propuesta "insuficiente". Una falta de respuesta que desde la dirección se considera "incomprensible" "dada la gravedad de la situación".
El fabricante de tubos realizó este emplazamiento en una comunicación remitida este martes al comité de empresa, según informa Europa Press, cuando concluía el plazo que había dado a los representantes de los trabajadores para que se pronunciaran sobre su última propuesta. En el escrito, recuerda los pasos que se han dado hasta la fecha desde que el TSJPV declaró nulos los despidos que había planteado en las plantas alavesas de TTI y Aceralava, y su compromiso de la readmisión operativa de las personas afectadas por el ERE que así lo desearan, pero ha lamentado que, a pesar de ello, "el comité sigue sin desconvocar la huelga indefinida que mantiene desde el pasado mes de febrero".
La propuesta de la empresa realizada el lunes pasa por reincorporar los trabajadores despedidos de forma gradual hasta el 30 de noviembre, "en función de las necesidades operativas", ya que se incorporarán a un ERTE a partir del 11 de septiembre y que se negociará entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre. Además, entre otras cuestiones, siempre que se desconvoque la huelga, se mantienen las bajas voluntarias y las prejubilaciones de los que se sumaron en el ERE anulado por el TSJPV con independencia de la resolución que tome el Supremo respecto a la sentencia. Además, se abre un nuevo plan de bajas voluntarias con las mismas condiciones que las del ERE y se analizará la viabilidad de nuevas prejubilaciones. La empresa se compromete además a mantener la plantilla hasta 2024 en los niveles actuales -descontando prejubilaciones. de 573 trabajadores entre las dos plantas. Es decir, recupera la oferta del mes de mayo, y que no sirvió entonces para terminar con la huelga.
El comité por su parte, consideró la oferta "insuficiente". Sí se mostraron dispuestos a desconvocar la huelga, aunque cualquier acuerdo pasa, de momento por la retirada del recurso al Supremo, con lo que garantizaría que la readmisión de los despedidos no tiene vuelta atrás. Además, plantean un nuevo plan de bajas voluntarias y prejubilaciones, junto con las anteriores; compromiso de no subcontratación; y la renuncia sindical al compromiso de creación de empleo firmada en convenio y pendiente de realizar.