Kutxabank busca una adaptación de su red de oficinas en la que dejar atrás el tradicional diseño con el mostrador, la caja y las mesas para atender a los clientes. Se trata de un paso más para adaptar los servicios de banca a la nueva realidad en la que están tomando posiciones todas las entidades financieras. El movimiento llega después de varias actuaciones sobre la red de oficinas que Kutxabank ha realizado en los últimos meses. Así, en el último año ha cerrado 31 oficinas de las que 24 están en el País Vasco y siete en otras provincias. El objetivo será tratar de adaptar los servicios a los clientes a las nuevas circunstancias creando oficinas más amables, con espacios diáfanos y un ambiente más cálido que huya del aspecto de oficina tradicional para convertirse en un espacio más amable, acogedor, con sofás y servicios de atención que hagan más amigable la atención.
El banco surgido de la unión de las tres cajas de ahorro de Euskadi prepara este paso más tras varias actuaciones sobre su red de sucursales. La entidad evitará perder presencia en municipios y centrará los movimientos en en localidades en las que ya tiene oficinas, tratando de reorganizar las sedes mejor ubicadas a las que reorientar el servicio. El banco sigue comprometido en no cerrar oficinas en zonas rurales. En este sentido, Kutxabank recuerda que es la única entidad que garantiza la sucursal por municipio, incluso en el umbral de los 1.000 habitantes.
Exigencias del BCE
Un movimiento que ya han realizado entidades como Caixabank, intentando enfocar los servicios a los clientes entre la banca online y una atención más puntual en las oficinas. Y es que las exigencias del Banco Central Europeo han llevado a las entidades financieras a un ahorro de costes que se centra en la reestructuración de oficinas y refuerzo de los servicios a distancia, bien por ordenador o teléfono.
Se trata de un nuevo modelo de banca reclamado por el regulador europeo para que reduzcan los costes. Es la fórmula que las autoridades bancarias están pidiendo a los bancos para que en un escenario de bajos tipos de interés, busquen rentabilidades con otras fórmulas. En esa situación el negocio bancario gana menos dinero con su operativa de crédito y la opción para para garantizar la solvencia de las entidades es la de controlar sus gastos. Por eso el cierre de oficinas y la reducción de personal, combinada con una nueva propuesta de servicios al cliente online son el cóctel que están desarrollando los bancos y Kutxabank no escapa a esta realidad. Así, la suma de los gastos en administración y personal de la entidad era en 2017 de 1.253 millones de euros, por los 1.156 del pasado 2020, una reducción de casi el 8% y de casi 100 millones de euros. Es el resultado de ajustes en el gasto que fueron del 5% en 2018, pero una tendencia que se detuvo en 2019, mientras que en 2020 alcanzó el 3,7%.
Ajustes en el empleo y aumento de comisiones
Kutxabank continuará con su reordenación, después de que en este primer trimestre del año la entidad surgida de la fusión de las cajas de ahorro de Euskadi haya reducido en 15 millones de euros los gastos de administración y personal gracias al cierre de un total de 45 oficinas de las que 31 son de Kutxabank y 14 de Cajasur. En total un 5,3% del total. El ahorro en personal también ha superado el 5% y ha supuesto 5,6 millones de euros menos en el capítulo de nóminas de todo el grupo, también los trabajadores de la filial de Andalucía . Así, el número de empleados a principios de abril de este año es de 5.265, lo que supone un descenso de 248 empleados sobre los que había en el mismo mes del año pasado. La política de comisiones es la otra cara de la moneda, con un incremento del 9,3% en los tres primeros meses del año y que se traduce en 106 millones de euros, 9 millones más que en enero, febrero y marzo del año pasado.