La dirección de la planta de Mercedes en Euskadi anunciará el miércoles, 25 de agosto, los ajustes en el plan de producción que será necesario activar para hacer frente a la falta de semiconductores que viene afectando al sector de la automoción. La fábrica ubicada en Vitoria retoma hoy la actividad acompañada de la incertidumbre con la que viene conviviendo por este problema de suministro y que le está llevando a analizar la situación casi día a día. Todo eso, a pesar de los esfuerzos de gestión en la logística de materiales que está realizando la planta alavesa y que están siendo muy valorados desde Stuttgart desde donde la dirección de la multinacional ha priorizado la planta de Euskadi para el envío de la mayor cantidad posible de semiconductores electrónicos.
Las más de 5.000 personas en plantilla de Mercedes Benz en Vitoria han comenzado su actividad hoy lunes, día 23, tras permanecer de 'vacaciones' desde el pasado 29 de julio, y lo único que tienen seguro es "que está garantizada la carga de trabajo para una semana". La planta se ha visto obligada a recortar su producción, pasando de las 148.600 furgonetas el 22 de abril a 141.000 y desde la dirección el mensaje es que esta situación se va a mantener hasta bien entrado el año que viene en un ejercicio de revisión y planificación casi diaria. En este contexto, la dirección ha convocado a los trabajadores para una reunión este miércoles en la que anunciará cómo queda el calendario de producción y los nuevos ajustes que serán necesarios.
De todos modos, la inestabilidad actual ha forzado un ERTE de 30 días para lo que queda de año con el que la dirección de la fábrica podrá jugar ante nuevos paros por la falta de suministros. Actualmente, la bolsa de horas de la plantilla cuenta todavía con 4 días que amortizar para posibles suspensiones de actividad, pero no serán suficientes ante el escenario de falta de materias primas. El ERTE fue ratificado el mes de julio, aunque sin el apoyo de ELA, LAB y ESK.
Problema generalizado
Los problemas en plantas importantes de la empresa alemana como Rastatt (Baden-Wurtemberg) y Bremen están afectando a la producción con paradas y aplicaciones de ERTEs, Daimler quiere aprovechar la rentabilidad de su fábrica de Euskadi para centrar los esfuerzos del suministro en un movimiento que permita dar un poco más de oxígeno a su producción. Audi también está acusando esta problemática y anunció la semana pasada un ERTE para sus 10.000 trabajadores en dos de sus fábricas germanas. Y es que los problemas con los componentes electrónicos que provienen principalmente de Asia sigue sin resolverse, más bien todo lo contrario. Comenzaron a sentirse en el sector de la automoción en Europa desde el pasado otoño, con graves problemas en las fábricas españolas de Seat en Martotell (Barcelona) o de Ford en Almufasses (Valencia). Recientemente la fábrica de Vigo de Citroën y Peugeot, así como la de Volkswagen en Pamplona.
Fabricación de 200.000 unidades
Los proyectos de la empresa siguen defendiendo la necesidad de importantes inversiones en la fábrica alavesa que permitan ampliar la producción hasta las 200.000 unidades en un diseño que, como adelantó ´Crónica Vasca´ permita introducir en la cadena de montaje una nueva plataforma diseñada para un motor eléctrico y que sea compatible con el montaje del actual modelo VS 20, que se prolongará en el tiempo.