La huelga de Tubacex descuelga a las plantas vascas del auge de los pedidos del gas
El paro genera una incertidumbre que las lleva a una muerte lenta si se mantiene la inactividad, mientras la empresa asegura que saldrían de los números rojos entre 2022 y 2023 trabajando con normalidad
2 septiembre, 2021 05:00Las plantas alavesas de Tubacex se han quedado sin pedidos y no se beneficiarán del incremento de demanda que está experimentando el conjunto del grupo mientras dure el conflicto laboral que mantiene la empresa en huelga indefinida desde hace ya más de 200 días y que las lleva a una muerte lenta si no se recupera la actividad.
Con las fábricas paradas por la huelga, los nuevos pedidos que están llegando gracias a la paulatina recuperación del sector del gas, y que podrían realizarse en Álava, los están asumiendo otras empresas en el grupo, lo que está llevando a las plantas vascas a una situación límite que puede hacerse irreversible, tal y como han advertido en varias ocasiones desde la dirección, avisando del riesgo que corre la continuidad de la empresa en Euskadi.
Hay que tener en cuenta que las plantas vascas del grupo -tres de un total de 20- acumulan pérdidas de 12 millones en 2019 y 20 millones en 2020, y este año la cifra en rojo estará también como mínimo en este entorno, teniendo en cuenta que llevan paradas más de seis meses. Esto supone más de 50 millones de euros perdidos en un periodo de tres años. Primero porque estaban lastradas por la crisis del Covid, y a renglón seguido por el parón de la huelga iniciada como protesta por los despidos, y que acumula ya más de seis meses.
Fuentes de la empresa señalan, sin embargo, que la suerte de estas plantas cambiaría de forma radical en el caso de que se empezara a trabajar con normalidad de inmediato, ya que confían en que podrían salir de los números rojos entre los años 2022 y 2023 porque el grupo está bien posicionado para seguir creciendo en nuevos nichos de mercado.
La recuperación por lo tanto, pasa por la resolución del conflicto laboral y que se vuelva al trabajo, según insisten desde la empresa, aunque hoy por hoy las posturas entre las partes siguen enfrentadas y sin visos de solución inmediata.
No habrá retirada del recurso ante el Supremo
De hecho, ni el comité ha pedido ningún encuentro con la dirección para retomar las negociaciones sobre la posible desconvocatoria de la huelga, ni la empresa tiene previsto hacerlo, y los cara a cara entre las partes se están limitando a las reuniones que empezaron este martes para negociar el próximo ERTE, que estará vigente hasta el 31 de diciembre y que afectará a toda la plantilla con una reducción del 70% de la jornada. Volverán a reunirse mañana viernes, el lunes y el martes, sin que, en principio, el tema de la posible desconvocatoria de la huelga forme parte del orden del día de forma oficial.
El arranque de este mes de septiembre puede ser crucial para el futuro de las plantas vascas, ya que meterse en el tercer trimestre del año sin comenzar a trabajar las colocaría en una situación límite, sin poder optar a los pedidos para la fabricación de tubos de alto valor añadido en el que están especializadas, pero que la dirección deriva ya a otras plantas con capacidad para llevarlos a cabo, como es el caso de la de Austria, para no perderlos.
La dirección remitió una carta a la plantilla antes de iniciarse el mes de agosto en el que instaba a los trabajadores a ejercer con libertad su derecho a trabajar y reincorporarse a su puesto. Fuentes de la empresa aseguran que la semana pasada acudieron a su puesto de trabajo 130 trabajadores pese a los piquetes que cada mañana se colocan a la entrada de las plantas para disuadir a los que quieren trabajar, aunque fuentes sindicales reducen esta cifra a poco más de la mitad y afirman que los que se están reincorporando de momento son en su mayoría mandos intermedios.
No obstante, la plantilla, a la que no se ha consultado directamente en asamblea en ningún momento de este largo conflicto, está cada vez más debilitada después de casi medio año de huelga y con las cajas de resistencia prácticamente agotadas salvo para los afiliados a ELA, que son los que tienen más capacidad de alargar las huelgas en el tiempo gracias al conchón que les proporciona el sindicato. Por eso, algunas fuentes apuntan a que a partir de la próxima semana, una vez se haya finalizado el periodo de negociación del ERTE, podría aumentar los descuelgues de trabajadores de la huelga.
Los sindicatos exigen que se retire el recurso ante el Supremo que ha presentado la empresa contra la sentencia del TSJPV que declaraba nulo el ERE. De esta forma garantizaría que los readmitidos mantienen su puesto de trabajo y no está a expensas de una nueva sentencia. Sin embargo, esta es una premisa que la dirección insiste en que no aceptará en ningún caso.
Por otra parte, la empresa mantiene la necesidad de abordar la reducción de plantilla y materializar los ajustes que ya ha desarrollado en el resto de las empresas del grupo para afrontar la transición y reconversión hacia una producción de mayor valor añadido, especializada y más diversificada hacia otros sectores como el hidrógeno, las energías renovables, el transporte o la aeronáutica.
Sí se muestra dispuesta la dirección a negociar que parte de esas salidas se lleven a cabo de forma no traumática. De hecho, en las últimas semanas se han sumado 13 personas más afectadas por el ERE a las salidas voluntarias. Estas salidas no traumáticas es también una de las condiciones que los sindicatos han fijado para desconvocar el paro -además de la retirada del recurso- pero la dirección no admitirá que estas medidas se extiendan a totalidad de los despedidos, por lo que no colmaría las aspiraciones del comité y mantiene la negociación en dique seco.
Productos premium y plantas vascas
La empresa se ha quejado en reiteradas ocasiones de que las plantas vascas son las de mayor coste de las 20 que tiene en grupo repartidas por Europa. Asia y América. Por ello es en estas plantas en las que ha potenciado la fabricación de los productos calificados como premium, de alto valor añadido, abriendo un importante nicho de mercado. Sus productos estrella son los tubos umbilicales y OCTG. Los primeros son un equipamiento para instalaciones gasistas en el fondo marino y los segundos los que se emplean para la perforación.
Ambos productos son estratégicos en la producción en sector gas de Tubacex y la planta de Amurrio está especializada en su fabricación ya que cuenta con maquinaria muy avanzada tras una gran inversión puesta en marcha en 2015, que ascendió a más de 110 millones de euros. Sin mebargo, en estos momentos la planta de Austria y la de Dubai pueden asumir estos encargos, en el caso de umbilicales la primera y de OCTG la segunda, lo que pone en cuestión la máxima de que de las plantas vascas son imprescindibles para el grupo. En cuanto a la acería, Aceralava produce fundamentalmente para dotar de materia a la plata de Amurrio y parte para la de Austria, en una proporción del 40% y el 20% respectivamente, mientras que el resto se vende a terceros. El resto de las plantas del grupo Tubacex compran el acero para su producción a otras empresas.