El conflicto de Tubacex ha vuelto a dar un giro y la desconvocatoria del paro está otra vez pendiente de un hilo. Cuando ya los sindicatos presentes en el comité de empresa habían dado su visto bueno el jueves al documento pactado con la dirección -a excepción de LAB- y el acuerdo parecía seguro, las asambleas de afiliados de las centrales han colocado el acuerdo en una precaria mayoría sindical

CCOO, el último sindicato en votar en el día de hoy lo ha hecho a favor del acuerdo,  con 50 votos a favor (el 67%) y 25 en contra, pero en la reunión del comité del próximo lunes propondrá que se celebre una asamblea general, ya que solo sus militantes y los de ELA ha ratificado el acuerdo.

Los tres delegados de CCOO suman a favor del sí con los 4 de ELA, cuya asamblea de afiliados también se ha posicionado mayoritariamente por del acuerdo, pero tendrían una ajustada mayoría para desconvocar la huelga. Sólo un delegado más (7)  frente a los (6) que se han posicionado en contra y CCOO considera que el conflicto debe finalizar con la misma mayoría que lo inició.

También ELA después de su asamblea ha advertido de que no ratificaría el acuerdo si no se daba una mayoría del comité a favor. Es decir, las cifras dan una mayoría, pero habrá que esperar al lunes para ver si se da por zanjado el conflicto y el martes es ya el día de la vuelta al trabajo.

Sorpresa de STAT

La sorpresa la han dado los afiliados del STAT que han rechazado el acuerdo que sus delegados habían refrendado el jueves. Este es el segundo sindicato en representación en el comité, con los mismos delegados de ELA, 4. Por lo que sus votos en contra -67 frente a  47 a favor-  se suman al del delegado de LAB también en contra de suscribir el acuerdo.

LAB ni siquiera a llegado a votarlo, ya que se posicionó en contra desde el principio por contener ajustes salariales. También el sindicato independiente ATAL, que cuenta con un delegado, ha decidido posicionarse en contra hasta que el tema no se lleve a una asamblea general y se vote por toda la plantilla.

División

Así las cosas, las asambleas de afiliados sindicales han ofrecido la imagen de una plantilla absolutamente dividida, frente a la unidad que el comité que ha intentado transmitir a lo largo de este conflicto que dura ya 233 días y que se va zanjar con un acuerdo que incluye ajustes que no se están entendiendo como justos por parte de los trabajadores.

El documento que sindicatos y comité aprobaron el jueves con la intermediación del Gobierno vasco, supone una cesión por las dos partes, sindicatos y dirección. La empresa renuncia a los despidos forzosos, readmite a los trabajadores que se acogieron al ERE de forma voluntaira y no presenta recurso ante el Supremo. Los sindicatos aceptan una serie de ajustes que incluye congelación salarial hasta 2024, la reducción de la aportacion a la EPSV del 4 al 1% y el aumento de la jornada laboral en 40 horas.

Estos ajustes estaban contenidos en la oferta de la empresa para evitar el ERE y que fue rechazada por el comité. Esto es lo que no se entiende por una parte de la plantilla, ya que se encuentran después de más de siete meses de huelga, en el mismo punto en el que estaban antes de que se iniciaran los despidos.Solo que en este momento, tienen como una espada de Damocles sobre sus cabezas una situación límite en las plantas vascas, sin poder acceder a nuevos pedidos mientras no se desconvoque la huelga.