El ejercicio fiscal de 2021 iba a ser el año de la recuperación, de la vuelta a los beneficios y del resurgir para Siemens Gamesa tras la pandemia, pero no ha sido así. La compañía vasco germana cerró el pasado 30 de septiembre su año fiscal, que, como ocurre con las multinacionales, va de octubre a octubre, y las sensaciones no han sido las que se esperaban. El incremento del coste de suministros y materias primas y los gastos derivados del lanzamiento de su plataforma más grande para la eólica terrestre, la 5.X, han forzado a la empresa a revisar hasta en dos ocasiones las previsiones para este año en las que se mantendrán pérdidas y una cartera de pedidos que, si bien se ha incrementado, lo ha hecho a menor velocidad que el año pasado, en concreto, un 23% por debajo. Han sido circunstancias sobre las que, además, los analistas han castigado la cotización de la acción que en este año ha caído un 39%, de los 33,96 euros que se pagaban por la acción en enero a los 20,50 euros a los que se mostraba en la pizarra al cierre de los mercados de este lunes.
Siemens Gamesa revisó a la baja sus previsiones para 2021 hasta situar los ingresos entre 10.200-10.500 millones de euros, tras provisionar 229 millones para proyectos onerosos por el alza de precios de las materias primas y los costes de lanzamiento de su plataforma 5.X, sobre todo en Brasil. Con todo ello, la compañía ha ajustado además el margen ebit antes para el ejercicio 2021 a un rango de - 1% a 0 %. Un anuncio que hizo el 15 de julio y desde entonces los mercados castigaron con más intensidad su cotización. Tras lo que se conoce como 'profit warning', el resultado de los nueve primeros meses del ejercicio arrojó unas pérdidas de 368 millones de euros, un 54,28 % menos que en el mismo periodo del año anterior. A esto se añade el arancel para España del 73% sobre el coste de las torres de los molinos marinos que impacta de lleno en la compañía y que espera resolución al recurso presentado ante la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos.
El calendario pasado carga en la mochila también la dura jornada del 18 de mayo, cuando la filtración de un estudio para valorar los activos de Gamesa, principalmente los ubicados en España, suspendió la cotización de la compañía por hasta tranquilizar el temor en los mercados ante un posible movimiento corporativo. Y, por si fuera poco, los cambios regulatorios del Gobierno, en su búsqueda de controlar la escalada de precios de la luz, ha enervado a los agentes de la energía eólica creando una incertidumbre que no favorece al sector.
Como señalan portavoces de la compañía se trata principalmente de incidencias externas que confían en poder ir controlando gracias a diferentes inciativas como introducir "en el tercer trimestre cláusulas de indexación en sus contratos onshore (principalmente al acero de las torres) para reducir el riesgo ante la volatilidad de los precios de las materias primas. Además de estos mecanismos, Siemens Gamesa sigue incorporando la inflación de costes en los precios de los contratos y asegurando los suministros necesarios para ejecutar su cartera de pedidos en el ejercicio 2022". La compañía señala que el problema no está en las ventas, que reflejan un incremento del 12% sobre el mismo peridodo del año anterior. Aunque, en cuanto a los pedidos, en cambio, han descendido a 9.300 millones de euros, frente a los 12.173 millones del año anterior, un 23% menos. De todos modos el 'pipe line' (pedidos en cartera) asciende a 32.561 millones de euros, un 3% más que el año pasado. Y es una de las agarraderas de la empresa, ya que se trata de cifras "que cubre el 100% de la guía de ventas comunicada para este ejercicio".
La llegada de los fondos europeos es, además, un acicate que traerá liquidez para desarrollar una gran cantidad de parques eólicos que están en cartera. Lo mismo que la subasta de energías renovables anunciada por el gobierno para el mes que viene. Son un conjunto de elementos con los que, junto a medidas adoptadas por la compañía para hacer frente a la subida de precios y a una estabilización en el problema de los suministros, la compañía espera una vuelta a la normalidad.
El consejero delegado de Siemens Gamesa, Andreas Nauen, confirmó en agosto que la compañía quiere subir los precios de las turbinas que emplea en los parques eólicos que se instalan en tierra (onshore). Es una de las consecuencias del impacto que está teniendo en el sector el incremento de los costes de las materias primas. El máximo dirigente de la empresa vasco-germana destacaba que hasta ahora estaban vendiendo estos productos a precios fijos, pero ahora quieren revisar esta medida. De hecho, han comenzado ya a introducir coberturas e indexaciones al precio de los suministros en sus contratos de venta.