La gestión que las diputaciones están haciendo de TicketBai, el sistema de facturación digital que conectará los terminales de ventas de comercios y empresas a los ordenadores de las haciendas forales, está siendo algo más que un proceso accidentado. La idea era que el 1 de enero de 2022 todas las empresas tuvieran en funcionamiento el nuevo sistema que supone una inversión de unos 4.000 euros. Un objetivo para el que cada gobierno foral estableció su propia hoja de ruta, con sus sistemas, reglamentaciones, tecnología y plazos, todos diferentes. La ausencia de acuerdos en el Órgano de Coordinación Tributaria (OCT) se ha evidenciado en cada toma de decisión y en una escalada de malestar entre las diputaciones que ha acabado situando a Bizkaia por un lado con su propio sistema y a Gipuzkoa y Álava, acercando posturas. Tal y como han confirmado a 'Crónica Vasca' fuentes conocedoras del proceso la tensión entre los responsables de Hacienda se incrementó desde verano ante las decisiones "unilaterales" de Bizkaia para retrasar la implantación del sistema hasta 2024.
Bizkaia y su programa Batuz
El caso es que cada Territorio tiene plazos, condiciones y deducciones diferentes mientras Álava analiza un nuevo aplazamiento en la línea del anunciado por Gipuzkoa hace dos semanas. La apuesta de Bizkaia por su propio sistema de Hacienda digital, Batuz, ha separado a su Hacienda de las otras dos que perciben, además, pocos esfuerzos en el gobierno de Unai Rementería por acompasar su ritmo al resto del resto de Diputaciones. Batuz, además de TicketBai, incluye otras acciones como el Libro-registro, que solo se implantará en Bizkaia, y que controla todas las operaciones económicas que realizan las empresas (modelo 240) y los trabajadores autónomos (modelo 140). Una iniciativa que hará que empresas y profesionales tengan que mantener actualizado su libro de registro de operaciones económicas en la sede electrónica de la Administración foral.
Pero el caos de la campaña de la declaración de IRPF de este año que multiplicó por 2,4 las quejas de los contribuyentes despertó todas las alarmas en la Diputación de Bizkaia y este verano anunció unilateralmente el retraso de la obligatoriedad de la implantación de TicketBai hasta 2024. El objetivo es peinar bien el sistema informático para evitar errores como el de la Renta y asegurar bien su funcionamiento, además de proteger la próxima cita electoral de nuevos desgastes de gestión.
Gipuzkoa y Álava comparten análisis
Ante esta tesitura, Álava ha optado por alinearse con Gipuzkoa en el planteamiento, la tecnología y los plazos de implementación de TicketBai. El gobierno foral guipuzcoano anunció hace dos semanas que elabora una nueva orden foral para regular el nuevo sistema y aplicar un retraso de la obligatoriedad del nuevo sistema de emisión de facturas, previsto para enero. La demora es de seis meses más, hasta el 1 de julio. El objetivo es dar más tiempo para adaptarse al nuevo sistema. Además, se introducirán medidas para eximir de TicketBai a aquellas personas que estén próximas a la jubilación. La decisión se ha tomado, tras "meses manteniendo encuentros con diversos agentes económicos", tal y como explicó el diputado de Hacienda de Gipuzkoa, Jokin Perona.
En Álava, en cambio, están estudiando las afecciones sobre varios contribuyentes y analizan la posibilidad de adaptar también un nuevo retraso en la obligatoriedad, como ha hecho Gipuzkoa. De momento, el calendario establece diferentes fechas a lo largo de 2022 para la incorporación a este nuevo sistema, en función de la actividad empresarial, profesional. Comenzará el 1 de enero para quienes decidan implantarlo de forma voluntaria. En abril será exigible a las asesoras y asesores que sean entidades colaboradoras de la Diputación Foral de Álava. De julio a octubre se irán incorporando empresas y autónomos en función del sector en el que operen.
Diferencias también en las deducciones
Las deducciones para los gastos de aquellos que incoporen el sistema de modo voluntario también evidencian la división entre Bizkaia y Gipuzkoa y Álava. Así, el territorio con mas población ha planteado un 15% de reducción en la base imponible de IRPF o Sociedades para los ejercicios de 2022 y 2023, mientras que en Gipuzkoa y Álava los beneficios son de hasta un 60% para los años 2021 y 2022.