La sociedad Aixeindar, conformada por Iberdrola y el Gobierno vasco, comenzará las licitaciones, permisos y adjudicación de las obras de los dos primeros parques eólicos que contemplan para Euskadi en 2022. Según han confirmado fuentes de la compañía y del Ejecutivo a 'Crónica Vasca', el objetivo es que estén en funcionamiento en 2023. Se trata de dos instalaciones en Álava, en Labraza y Azazeta, de 40 MW cada una, con una inversión aproximada entre las dos de cerca de 70 millones de euros y que serán las primeras en ponerse en marcha desde que en 2010 Euskadi dejó de impulsar estas instalaciones.
El Gobierno vasco se ha comprometido a elevar los actuales 153 MW de potencia eólica instalada actualmente hasta los 783 MW en 2030. Una apuesta enmarcada en la Ley de Sostenibilidad Energética con la que se compromete a llegar en 2030 a que un 21% del consumo energético sea sobre renovables. Es decir, elevar los 466 MW de 2019 a 2.356 MW. Para ello constituyó justo hace un año la sociedad Aixeindar, en la que el Ejecutivo cuenta con un 40%, por un 60% de Iberdrola. La entidad anunció un plan con el objetivo de poner en marcha cuatro instalaciones, todas en Álava, aunque dos de ellas, las más grandes, han quedado en el cajón por las exigencias medioambientales, como adelantó 'Crónica Vasca'.
Avance en la tramitación ambiental
Encima de la mesa están ahora mismo la instalación de Labraza en el municipio alavés de Oion y Azazeta, en Bernedo (Álava). Cada una de las instalaciones cuenta con ocho generadores de una altura superior a los 100 metros y una capacidad de generación de 40 MW. En total 80 MW que podrán comenzar a alimentar la red eléctrica vasca en 2023. Según han confirmado fuentes del Gobierno está prevista que la Declaración de Impacto Ambiental esté lista a partir de marzo del año que viene. En el caso de la instalación de Rioja Alavesa, la de Labraza, el Gobierno vasco ya ha elaborado un informe favorable sobre el impacto paisajístico y el expediente se encuentra en el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno central.
En cuanto al otro proyecto, el de Azazeta, ubicado en la comarca de Montaña Alavesa, el informe de medioambiente del Gobierno vasco está a la espera de la cumplimentación de toda la documentación requerida a Aixeindar y de los informes de la Diputación Foral de Álava. Según se desprende del análisis del Gobierno, este parque es posible que tenga que modificar la instalación de alguna de las ocho torres para no afectar al hábitat del milano real. En cualquier caso, el diputado general de Álava, Ramiro González, ya manifestó que considera que estas dos instalaciones presentan menos problemas ambientales que las proyectadas en Iturrieta y Arkamo, que quedaron desechadas.
Licitaciones y permisos de obra en primavera de 2022
Fuentes de Iberdrola han señalado que, tras las primeras valoraciones ambientales de la Administración, creen que no habrá mayores problemas y cuentan con tener la Declaración de Impacto Ambiental en torno a marzo del año que viene para comenzar las licitaciones y las solicitudes de permiso de obra. El objetivo, apuntan, es comenzar la construcción a principios de 2023 en unas obras para las que prevén una duración de ocho meses. Con esos plazos, las nuevas infraestructuras estarían en funcionamiento dentro de los plazos que ha marcado la Comisión Europea para el acceso a los fondos Next Generation. Y es que el Gobierno vasco recogió estas actuaciones en su documento de proyectos para los que considera acceder a los fondos europeos.
Nuevos emplazamientos
Aixeindar sigue buscando nuevas ubicaciones para desarrollar más proyectos eólicos en Euskadi que sumar a estos dos en Álava. El objetivo apuntan desde el Gobierno vasco y desde la eléctrica dirigida por Ignacio Galán es "duplicar la potencia eólica instalada en Euskadi en próximos años". De momento sobre las antenas de medición colocadas no hay novedades y se siguen recogiendo datos para analizar los emplazamientos.