Las empresas vascas tendrán que empezar a amortizar los créditos que recibieron para paliar la crisis del Covid este  año  2022, sin que hayan completado la recuperación.

La mayoría de las compañías suscribieron estos créditos en 2020 con Elkargi. En total, esta Sociedad de Garantía Recíproca suscribió préstamos por 730 millones de euros en los tres territorios vascos para un total de 8.000 empresas y proyectos emprendedores.

De ese total, se firmaron moratorias del préstamo para más de 500 millones de euros. Esto significa que prolongaron un año más la carencia, lo que supone que tendrán que empezar a amortizar estos préstamos a partir de los meses de mayo y junio de este próximo año.

Esta misma situación se repite con los créditos ICO.  Los solicitados a esta entidad en abril de 2020 empezarán en los próximos meses a terminar su periodo de carencia y los solicitantes deben empezar a pagar ya la parte prestada en los momentos más duros de la pandemia. 

Aunque es cierto que estos préstamos se firmaron en condiciones muy beneficiosas, las empresas empiezan a mostrar cierta preocupación ante el hecho de que las amortizaciones tengan que empezar a hacerse efectiva sin que se haya culminado la recuperación, que se suponía que iba a producirse este 2021, y que persistan muchas incertidumbres, como las que se refieren a la subida del IPC, el incremento de los precios de las materias primas o la crisis de suministros. 

El último informe de la Cámara de Comercio de Bilbao muestra esta preocupación de las empresas. 

De hecho, un 33,5% de los empresarios se muestran muy preocupados por cómo van a afrontar los pagos asociados a la deuda debido a la crisis del Covid-19. Aunque siguen siendo los precios de las materias primas, la energía  y junto con los costes laborales los que siguen siendo los mayores para las empresas de cara a 2022, el hecho de tener que afrontar estos pagos puede suponer una 'tormenta perfecta' para muchas empresas.

Fuentes empresariales señalan, además, que estos créditos pueden estar enmascarando en cierto modo las situaciones reales de las empresas o negocios, que van a tener muchas dificultades para recuperarse en cuanto tengan que empezar a pagar.

Precisamente los préstamos se pusieron en marcha con un año de carencia dando por sentado que 2021 sería el que marcaría la recuperación, pero la crisis de suministros y los precios de las materias primas han truncado ese avance para las empresas, que puede empeorar aún más con la subida del IPC y su traslado a las subidas salariales.

Además, la sexta ola del virus, con las  nuevas medidas restrictivas recientemente aprobadas sobre todo para hostelería y comercio,  puede ser la puntilla para muchos negocios.

Precisamente en previsión de que haya un aumento de los concursos empresariales en este año se está incrementando desde el TSJPV el número de juzgados de lo mercantil..

Hasta ahora, Euskadi contaba solamente con cuatro: Dos en Bilbao, por uno en San Sebastián y otro en Vitoria. Una cantidad que se ha incrementado con otra sala, de los Juzgados de Getxo, una de primera instancia que se ha habilitado también para cuestiones  mercantiles.