67.573 vascos se encuentran confinados en sus casas por haber dado positivo desde el 27 de diciembre. Y son casi 100.000 personas que han dado positivo por coronavirus desde el pasado 23 de diciembre y mantienen su aislamiento domiciliario, ya sea de 10 o de 7 días, según sus afecciones, con el consecuente efecto que ello supone para el ámbito laboral, debido a las miles de bajas por enfermedad covid que hay estos días en Euskadi. Una avalancha de bajas que se acrecienta ante el récord de contagios diarios que está produciendo la sexta ola de la pandemia en el País Vasco, aunque no es un problema de exclusividad vasca y por el que Sanidad decidió reducir la pasada semana el periodo de aislamiento a 7 días para casos leves y asintomáticos, siguiendo la senda marcada por países como el Reino Unido y Estados Unidos con el objetivo de evitar la paralización de la economía.
Y es que a la falta de suministros en el sector industrial, los altos precios en las materias primas y el repunte de la inflacción que se situaba en el 6,7% en el pasado mes de diciembre, debido en buena parte por el aumento de los precios de la electricidad, se suma en este inicio de curso las bajas médicas que padece el ámbito laboral ante la elevada tasa de contagios que afecta a la comunidad vasca. Una tasa de positividad de récord que tiene su impacto en el confinamiento de las plantillas de trabajadores en diferentes sectores laborales tanto del ámbito público como del privado que acrecientan aún más la cuesta de enero y el retorno al trabajo en este primer mes del nuevo año.
Fuentes sindicales de Mercedes consultadas por 'Crónica Vasca' confirman que la cadena de producción ha arrancado nuevamente esta semana con "llamadas a trabajadores de otros turnos" para cubrir las bajas laborales ocasionadas por la covid, mientras que en sus contratas "las sustituciones se están realizando mediante Empresas de Trabajo Temporal". La compañía vasca de automoción tiene que recurrir a cambios de turnos para hacer frente esta semana a la reanudación de la producción, tras la forzosa parada para hacer acopio de piezas que realizó el pasado 17 de diciembre. Por su parte, fuentes de Michelin señalan que la fábrica de neumáticos de Vitoria también está acusando el incremento de las bajas con un aumento dle 55% de las ausencias que está tensionando la fabricación.
El sector de los transportes es uno de los que mayores dificultades tiene a la hora de encontrar reemplazo a sus trabajadores. Así lo apunta Jon Altuna del sindicato de transportistas vascos Hiru, quien indica que la covid está afectando a su área, en consonancia con el elevado número de contagios que padece la sociedad y "como en todos los ámbitos laborales", aunque a su sector se une el obstáculo que la gran mayoría de los conductores son "autónomos con difícil sustitución". Remplazos que sí que está teniendo que afrontar el servicio de autobuses de transporte público urbano de Vitoria, Tuvisa, para poder seguir prestando su servicio con normalidad y es que el virus está golpeando fuerte a su personal, ya que las bajas por culpa del coronavirus afectan a "más de un 20%" de la plantilla.
El sistema de salud se lleva la palma en cuanto a bajas laborales provocadas por la covid-19, ya que sus trabajadores trabajan en primera línea frente al virus y, por lo tanto, son los más expuesto a contraer la enfermedad. El médico de urgencias en el Hospital de Zumárraga y delegado del Sindicato Médico de Euskadi en Gipuzkoa, Igor Larrea, explica que es el personal médico de cada equipo el que cubre las bajas de sus compañeros "doblando los turnos" de trabajo. "Las bajas por covid, que duran unos 10 días, nos las cubrimos entre nosotros mismos", ya que "no hay posibilidad de contratar al no haber gente en las listas de contratación". Las bajas se cubren "con la propia plantilla del hospital enlazando turnos a no ser que sea una baja de larga duración en las que entonces se busca contratar a alguien", explica. Más díficil está la situación en la atención primaria en la que "no se están cubriendo" las bajas del personal sociosanitario.
Por su parte, el mundo educativo está hoy pendiente de la reunión intersectorial que mantendrá el Ministerio de Sanidad y el de Educación y FP con los consejeros de las comunidades autónomas para abordar la presencialidad de los estudiantes ante el reinicio del curso escolar. Los sindicatos vascos ven con buenos ojos "ajustar los protocolos actuales", pero reclaman al Gobierno vasco tomar más medidas e incrementar los recursos para ampliar las listas de sustituciones y se han manifestado contrarios al "cierre" de las clases.