La planta de Mercedes en Vitoria iniciará un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ante la previsión de que los problemas de suministros vayan a más. Unas dificultades que pueden poner en jaque las premoniciones de batir en este 2022 su récord de fabricación. Dirección y sindicatos negociarán un nuevo ERTE, ya que la empresa calcula que con los actuales 9 días de flexibilidad acordados en el convenio podrían no ser suficiente. Según ha conocido 'Crónica Vasca', así se ha trasladado este miércoles en una reunión mantenida entre la dirección y los sindicatos.

Las previsiones de la fábrica de Mercedes-Benz auguran que la falta de suministros continuará durante los primeros meses de este 2022, un asunto que puede trastocar las previsiones iniciales que apuntaban a una fabricación récord de más de 158.000 unidades. Esta cifra, nunca alcanzada por la fábrica vasca, reta a la falta de chips semiconductores que viene sufriendo la industria de la automoción. El caso es que es Mercedes cuenta con un número de pedidos muy importante acumulado desde el pasado ejercicio y que no ha podido atender por las paradas de producción que sufrió durante el recién acabado 2021. Mercedes sólo ha alcanzado las 150.000 unidades fabricadas en un año, el pasado 2017 y, un año después, en 2018, se acercó también a esa cifra con 148.000 furgonetas. La compañía espera en 2022 superar esos registros con más de 158.000 automóviles para los que necesitará también tener las plantillas a pleno rendimiento y rondar los 5.000 empleos. Unas estimaciones que ahora pueden ponerse en tela de juicio si persiste los problemas de suministros.

La planta ha anunciado a los sindicatos que la factoría trabajará esta semana con normalidad y les ha instado a este viernes para conocer si la próxima semana se mantiene también el mismo ritmo de trabajo, aunque, en principio, se espera que así sea. Si esto se cumple, la planta encadenaría nueve jornadas seguidas de trabajo tras las cuatro de esta semana. Los trabajadores volvían a sus puestos este pasado lunes, tras el parón desde el pasado 17 de diciembre para hacer acopio de piezas con lo que las líneas de montaje han estado en marcha durante estas tres primeras jornadas del 2022, a pesar de la falta de componentes que está afectando a la producción.

A los problemas con la falta de suministros se ha sumado las dificultades por cuadrar los turnos ante el elevado número de bajas laborales que está ocasionando la explosión de la covid-19 en la sociedad vasca. La dirección ha trasladado su intención de no contratar a más empleados que palien la situación e intentará arreglarse con refuerzos de personas de otros turnos, respetando las 12 horas de descanso obligatorio. Un asunto que no comparte la parte social quien ha pedido que se contrate a más personal para amortiguar la situación. 

Apuesta por el vehículo eléctrico

A principios de diciembre, la dirección de Mercedes en Alemania aprobaba la apuesta eléctrica de la compañía y las inversiones necesarias para avanzar el coche eléctrico. Tras los cambios normativos de la Unión Europea, Daimler ha aprobado su plan de inversiones para avanzar decididamente hacia la digitalización de sus furgonetas y vehículos. Así, el consejo de supervisión ha dado luz verde a una inversión de 60.000 millones para ejecutar entre 2022 y 2026 en sus diferentes plantas.

Según confirmaban fuentes de la compañía a 'Crónica Vasca' la apuesta supone que la marca de lujo se va a concentrar en tener una "posición de liderazgo" en los motores eléctricos y en el software del vehículo. Esta plan afecta de lleno a la planta de Mercedes en Euskadi que afronta una ampliación con una inversión inicial de cerca de 800 millones de euros y que centrará parte de su trabajo compatibilizar su línea de montaje con la variante eléctrica y con el objetivo de adjudicarse la construcción del nuevo vehículo. 

La decisión ya supuso parar la cuarta versión de la Vito, el modelo SV21, que estaba previsto arrancar en 2024. Como ya adelantó este periódico, se trata de impulsar una nueva plataforma para una furgoneta diseñada desde el principio íntegramente para un motor eléctrico. El objetivo es llegar a 2025 con el nuevo modelo y que la multinacional alemana pueda ubicarse en este segmento. Hasta el momento, el modelo eléctrico de la furgoneta Mercedes, el EQV, se monta sobre la actual clase V en su versión SV20 y utiliza la misma plataforma diseñada para el motor de combustión, con los problemas de eficiencia que ello comporta.

Las empresas proveedoras de Mercedes Vitoria se encuentran en estos momentos a la "expectativa" y con la  "incertidumbre" de conocer si la multinacional alemana seguirá contando con ellos en el desarrollo de la futura furgoneta eléctrica por la que apuesta el grupo.

 

 

 

 

 

(noticia en elaboración)