La compañía vasca Aernnova acaba de cerrar un acuerdo con el gigante constructor aeronáutico Embraer para hacerse con sus plantas de fabricación de aeroestructuras en Portugal. La compañía fundada por Iñaki López de Gandásegui da así un salto de gigante en plena recuperación del sector aeronáutico y en el que es fundamental los procesos de concentración para ganar fuerza tras dos años muy críticos por la caída de pedidos generada por la pandemia. Aernnova, que cuenta con el fondo inversor norteamericano Towerbrook como accionista de referencia, buscaba una operación desde hace tiempo para ganar volumen y, tras intentar sin éxito hacerse con ITP Aero, redirigió sus esfuerzos a uno de sus clientes más importantes, el fabricante brasileño Embraer

La operación está valorada en 151,3 millones de euros y afecta a las instalaciones de Évora . Unos activos que la compañía brasileña ya intentó vender a Boeing en 2019 en unas negociaciones que no fructificaron. Embraer necesita desprenderse de varios de sus activos para obtener liquidez con la que hacer frente a las inversiones necesarias para acometer la transformación de sus aviones que exige en el nuevo paradigma de la descarbonización del transporte. Es el objetivo de esta operación, que según ha confirmado la compañía al regulador de los mercados brasileño espera cerrar en el primer trimestre de 2022. 

Medio millar de trabajadores y 150 millones de facturación

Con esta operación, Aernnova se convierte en el principal fabricante de aeroestructuras de España y da un paso de gigante para disponer de una de las posiciones de hegemonía en el mercado que puede ser clave para los siguientes movimientos corporativos. La compra refuerza la alianza de Aernnova con Embraer, que reforzará su cartera de pedidos fortaleciendo sus posición frente a competidores como Aciturri y su participada Alestis. Aernnova asume de este modo dos instalaciones con algo más de 500 trabajadores y que se dividen en dos especializaciones: una, centrada en 'composite', un material ligero con el que fabricar componentes de alas y fuselaje, aunque se trata de unos materiales en los que la compañía alavesa posee un gran desarrollo en su planta de Toledo. La otra planta está más centrada en mecanizados, pero con elevado nivel de automatización, lo que la hace especialmente valiosa. Ambas suman casi los 70.000 metros cuadrados. Estas infraestructuras supondrán aumentar la facturación de la compañía vasca en más de 150 millones de euros.

Para el CEO de Aernnova, Ricardo Chocarro, "este acuerdo es un paso más en la estrategia de crecimiento de Aernnova, reforzando la posición de nuestra compañía como uno de los líderes mundiales en el diseño y la fabricación de estructuras aeronáuticas. Tenemos la intención de desarrollar aún más las operaciones de las plantas, haciendo de Évora un referente mundial de la fabricación de aeroestructuras".

Embraer ha sido una compañía muy importante para el nacimiento y desarrollo de Aernnova. La compañía fundada por Iñaki López Gandásegui y dirigida actualmente por Ricardo Chocarro se apoyó en la empresa brasileña para hacer crecer sus primeros pedidos. Actualmente, además, según informó 'Crónica Vasca', estudia las posibilidades de participar en el nuevo proyecto de avión que prepara la compañía brasileña. Y es que Embraer, uno de los principales fabricantes de aviones del mundo, busca socios para construir su nueva aeronave para vuelos regionales y que presenta la novedad de colocar los motores turbohélice en cola, además de plantear una estructura pensada para ganar en eficiencia y en el desarrollo de motores híbridos que no dependan solamente del fueloil. 

La operación con las planta de Portugal de Embraer no es nueva, ya en 2019 se preparaba una fusión con Boeing para adecuarse a la nueva realidad del mercado, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Tras la llegada de la covid-19, la compañía brasileña ha tenido que readaptar los planes para hacer frente al futuro. Con ese objetivo Embraer, que a final de verano anunció beneficios para este ejercicio por primera vez en tres años, presentó su principal apuesta de futuro: un avión turbohélice con la novedad de colocar los motores en la cola. La aeronave está diseñada para sustituir a su modelo 145, la estrella de la aviación regional que se disputa el liderazgo del mercado con el ATR de Airbus. Aviones de pequeño tamaño (un solo pasillo), estratégicos porque serán los primeros en notar la recuperación. 

Impacto de la pandemia

La crisis de la pandemia impactó en el sector, que se dejó en 2020 nada menos que 728 millones y una destrucción de empleo del 10% de sus plantillas. El mayor impacto de despidos colectivos en la industria vasca. Sin embargo, el presidente de Aernnova, Iñaki López de Gandásegui, en un acto organizado por El Correo hace dos meses desveló cierto optimismo al confirmar que están surgiendo oportunidades, aunque insistía en que no ven una recuperación en niveles prepandemia hasta 2024. La empresa fundada por López Gandasegui ha presentado también un proyecto para buscar financiación de los fondos europeos al PERTE diseñado por el Gobierno de España para la aeronáutica. Se trata de una propuesta para introducir la industria 4.0 en su actividad y en la de sus proveedores. El proyecto AMAZONY (Aeroestructures Smart Factory Zero Latency) busca integrar todos los eslabones de la cadena de suministro en la actividad de montaje a través de la automatización e integración de la información. En total, la inversión entre dinero público e inversión de la empresas asciende a 41 millones de euros. Además, la compañía ha avanzado en nuevos proyectos para el cambio de modelo en la aeronáutica como son los drones. Así, participa en varias de las piezas de la estructura del dron de Amazon, del que ha participado en varios prototipos