Sanitas, una de las compañías de sanidad privada más importantes de España, ha irrumpido en el proceso de compra de IMQ por parte de Adeslas. Cuando la situación del Igualatorio comenzaba a encauzarse a la espera de una Junta de Accionistas que diera la confirmación definitiva para la compra por parte de Adeslas, la empresa dirigida por Iñaki Peralta ha enviado una propuesta formal a la dirección del IMQ en la que se interesa por participar en el proceso de "reordenación accionarial". Fuentes del IMQ han confirmado a 'Crónica Vasca' el movimiento, así como el rechazo de la dirección de la entidad a Sanitas, al estar ya en curso la compra de Adeslas y existir un acuerdo de exclusividad con la entidad de Mutua Madrileña y Caixabank.
La maniobra de Sanitas, poco habitual a estas alturas de una operación corporativa, en cambio sí puede dificultar el intento de ampliar la mayoría de accionistas que respaldaron la compra de Adeslas el pasado mes de junio. Y es que la intención era ampliar el apoyo del 58% recibido por la propuesta de Adeslas para lograr un mayoría más sólida con los médicos accionistas que más reticentes se mostraron. Hasta ahora se habían dado unos primeros contactos para fijar el modelo de gestión en detalles como la retribución de los médicos o la actualización de baremos por actuación médica.
A esta alturas, parece complicado que una empresa pueda deshacer todos los pasos que ya se han dado. Y es que Adeslas ha realizado ya la auditoría del IMQ, ha formalizado los 255.000 euros por cada paquete accionarial y avanza junto a la dirección del IMQ hacia la organización de la Junta de Accionistas que ratifique el mandato de la mayoría de los socios. Además, la operación supondría que Sanitas y su competidor directo, Adeslas, convivieran en el accionariado de IMQ o que le comprara también su 45%. Algo que parece más que complicado. En cualquier caso, el movimiento ha servido, al menos, para reavivar las reticencias hacia la operación de una buena parte de médicos, el 42%, que rechazaron la compra. La alteración del ambiente interno del IMQ ha llevado a la dirección a enviar una circular este martes informando del interés de Sanitas y de la respuesta del Igualatorio.
Apuesta de Adeslas
Adeslas trató desde el principio que la ampliación de sus acciones en el IMQ fuera la solución a un conflicto entre accionistas del Igualatorio que amenazaba con bloquear la institución médica privada con mayor arraigo en Euskadi. Una compra que sirviera para poner paz en la entidad después de más de dos años de disputas entre los facultativos partidarios de vender sus acciones y los que querían mantener el control a través de una estructura de la propiedad sin cambios. La entidad de Caixabank y Mutua Madrileña no deja de ser un accionista más que tiene el 45% del IMQ y siempre ha manifestado su apuesta por la entidad, su modelo de gestión y el mantenimiento de la plantilla y cuadro médico.
Tras la aprobación de los accionistas a la operación de compra del IMQ por parte de Adeslas, todo quedaba apuntado para rematar las gestiones antes del fin de 2021 con una Junta de Accionistas que ratificara el acuerdo y las condiciones recogidas en unos nuevos estatutos. Sólo quedaba pendiente una auditoría interna y el trámite con Competencia para que autorizara la operación. Pero los retrasos en la primera y la falta de tramitación de la segunda han prolongado los plazos a no antes del mes de marzo.
Problemas en el fondo de pensiones de los accionistas
La duda es si la aparición de Sanitas, así como el conflicto que ambas sensibilidades del accionariado mantienen en el gestor del fondo de pensiones, el Montepío, pueden prolongar los plazos. El Montepío es la institución que hace las veces de fondo de pensiones o EPSV del Igualatorio, el gestor de los ahorros con los que se gestionan esos pagos. Es el único escollo que queda pendiente y es que, a pesar de contar sólo con el 0,01% del IMQ cuenta con una capacidad de veto de la operación que, además, han sancionado los tribunales. La dirección del IMQ recuerda que la mayoría de los accionistas en la Junta puede modificar los estatutos y eliminar esa capacidad de veto del Montepío, una medida que se propondrá para evitar sobresaltos. Pero entre tanto, según informó El Correo, ha presentado una querella contra los gestores del fondo de pensiones, aunque se ha reafirmado en su compromiso de realizar todas las aportaciones previstas al Montepío para la viabilidad del Plan de Previsión Social de los médicos y empleados.