La Junta de Accionistas de Kutxabank, el órgano que representa al conjunto de los propietarios del banco: las fundaciones BBK, Kutxa y Vital, tiene al menos dos reuniones ordinarias al año. La primera es en torno al mes de abril y sirve para aprobar las cuentas, pero en esta ocasión va a tener más trascendencia y es que en este año termina el segundo mandato de Gregorio Villalabeitia al frente de la entidad y la próxima cita servirá también para aprobar una modificación en el Consejo de Administración que jugará un papel clave en la nueva presidencia.
La fundación BBK, con 57% de las acciones del banco vasco, ha de plantear un nuevo consejero demanial en el órgano de gobierno de la entidad financiera que sustituirá a Juan María Ollora, que salió el pasado otoño, y reequilibrará así el peso de los consejeros de las fundaciones bancarias en función de su reparto accionarial.
Se trata del primer movimiento de los que se esperan para este año. Fuentes conocedoras del proceso han confirmado a ‘Crónica Vasca’ que se prepara un relevo al frente de la entidad en el que, por lo reglado del proceso, han de cumplirse una serie de trámites y plazos que deben contemplarse.
El procedimiento pasa por que la comisión de nombramientos del consejo planetee un nombre para formar parte del órgano de gobierno como presidente y que este, una vez aprobado por el consejo sea planteado a la Junta de Accionistas, compuesta por los patronos de las tres fundaciones bancarias.
Trámite en el Banco Central Europeo
Además de esto, el nombre ha de ser presentado también al Banco Central Europeo (BCE) para que de su visto bueno al currículum y perfil financiero del candidato. No es un trámite complicado, pero sí requiere una burocracia en su tramitación que puede prolongarse por dos o tres meses.
Estos plazos son los que forzarían el calendario para que ya desde la próxima Junta de Accionistas comiencen a darse los primeros pasos.
Villalabeitia cumple en este 2022 su segundo mandato que expiraría en el mes de noviembre, unos años en los que ha tenido gestionar la consolidación del banco originado por las antiguas cajas vascas con el reto de, en un escenario de tipos de interés en cero o negativo, dar solidez a la gestión operativa para consolidar la posición de la entidad sin necesidad de salir a Bolsa.
El banco ha planteado repartir, a cargo de los resultados 2021, un 6º% de los beneficios a las fundaciones bancarias. Un récord en el dividendo de la entidad desde su nacimiento. Además, la solvencia de Kutxabank, según fue testada por el BCE en los controles de estrés el pasado verano está a la cabeza de las entidades europeas.
Una de las apuestas de la gestión bancaria ha consistido en ajustar los gastos, impulsar la banca online y también el negocio de los recursos fuera de balance, como los fondos de pensiones o de inversión. Una línea de gran crecimiento en estos años.