El fallo del Tribunal Supremo ratificando la nulidad de los despidos en la empresa PCB, se celebró ayer como un triunfo entre la plantilla de la filial de ITP, que tendrá que readmitir en su puestos a los 83 trabajadores despedidos en el mes de diciembre, pero también entre los sindicatos de Aernnova que recurrieron el ERE que supuso la salida de la empresa de 82 trabajadores. 

El recurso presentado por los sindicatos ELA y LAB contra los despidos de la empresa alavesa se verá en el Supremo el mes que viene, el 16 de marzo, y el precedente de la decisión favorable a la plantilla de PCB ha elevado las expectativas de que el alto tribunal incline la balanza a su favor, porque la base del recurso es la misma en las dos empresas, dicen: que la crisis por la que atravesaron las compañías "era coyuntural y no estructural" y que por lo tanto, se incumplió la normativa que prohibía realizar despidos con la crisis del covid como motivo.

Fuentes sindicales llaman no obstante a la  "prudencia" y a no generar "falsas expectativas" porque "cada sentencia es un mundo". De hecho, aunque las centrales señalan que los motivos defendidos por ambas empresas para justificar los ERE  eran similares y la argumentación de los recursos se basaba de igual forma en la coyunturalidad de la crisis, las dos sentencias, firmadas por dos jueces distintos del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco fueron radicalmente diferentes. 

Mientras que en el caso de PCB el Superior dio la razón a la plantilla y declaró nulos los despidos, el fallo del tribunal vasco fue favorable a Aernnova y consideró el ERE ajustado a derecho. Es decir, reconoció una crisis en la empresa que iba más allá de lo coyuntural.

Los servicios jurídicos de los sindicatos de Aernnova presentarán la sentencia favorable a la plantilla de PCB como un precedente para su causa, además de intentar demostrar que la situación actual de la compañía deja claro que la crisis que atravesaba en el momento de los despidos, que le llevó a pérdidas acumuladas de 42 millones de euros y una caída del 40% de la carga de trabajo, era "coyuntural" motivada únicamente por el parón aeronáutico a causa del confinamiento de la pandemia.

En este sentido, recuerdan que en estos momentos la plantilla de la planta alavesa trabaja "a pleno rendimiento" y que el "ajuste de plantilla entra en contradicción con las posteriores operaciones de crecimiento de la empresa", en relación con la adquisición de dos filiales de Embraer en Portugal a principios de este año. Una compra valorada en 151,3 millones de euros, y que ha llenado de incertidumbre a los 380 trabajadores de la planta vasca porque en estas plantas portuguesas se fabrica lo mismo que en Euskadi con la mano de obra más barata.

Fuentes de la dirección  de Aernnova no han querido valorar una posible influencia de la sentencia del Supremo sobre PCB sobre el recurso que les atañe, lo que supondría enmendar el fallo del TSJPV. 

El tribunal vasco dio la razón a la empresa y asumió que aunque la pandemia haya tenido una "incidencia negativa" el ERE se justifica en la "crisis productiva que hemos nominado ahora como estructural", que incluye caídas de la producción desde el año 2014, lo que "desnaturaliza una causa exclusiva de y en la crisis sanitaria, que permita la definición e interpretación judicial que suponga atender a un comportamiento empresarial que deba ser tenido por nulo de pleno derecho".