La huelga de transportistas “puede ser causa justificativa” de un ERTE por fuerza mayor en aquellas empresas que hayan detenido la actividad a causa del parón de los camioneros, que iniciaron sus protestas el pasado 14 de marzo ante el encarecimiento de los combustibles hasta niveles nunca vistos desde que Rusia comenzó la invasión de Ucrania. Así lo considera el Departamento de Trabajo y Empleo del Gobierno vasco que, sin embargo, advierte de que las compañías que se acojan a esta figura jurídica deberán demostrar “fehacientemente” la relación causa-efecto entre los problemas de suministro y su inactividad. Deberán probar, además, la imposibilidad de utilizar otros medios para hacer frente a esta situación.
En cualquier caso, la decisión supone alinearse con las patronales, que han pedido hasta en tres ocasiones esta última semana que se activen los ERTE y el mecanismo RED para paliar los efectos económicos de la guerra en Ucrania y la huelga del transporte. El Gobierno vasco ya adelantó este lunes que se estaba trabajando con el Ejecutivo central para que Lanbide estuviese preparado si llegaba el momento de activar un aluvión de ERTEs.
Según ha comunicado el Gobierno vasco, las empresas pueden presentar expedientes de regulación de empleo de fuerza mayor temporal con causa justificativa en los paros convocados por los transportistas, de acuerdo con el artículo 47.5 del Estatuto de los Trabajadores. Sin embargo, se ha de tener en cuenta que la fuerza mayor “se configura como un concepto jurídico indeterminado susceptible de valoración individual”, es decir, según las circunstancias que concurren en cada caso concreto, y siempre “buscando garantizar la viabilidad de las empresas y el mantenimiento del empleo”. El Ejecutivo vasco solventa así las dudas planteadas por empresas, asociaciones empresariales y economía social en las últimas jornadas.
Los plazos de los ERTE por fuerza mayor
Por esta razón, la empresa que presente un ERTE de estas características deberá probar “fehacientemente” que la paralización de su actividad tiene como causa directa el paro de los transportistas y las dificultades de suministro o de salida de sus productos. En la memoria justificativa también se deberá demostrar que le ha sido imposible utilizar otros medios (cambios de proveedor logístico, medidas de almacenamiento…) para hacer frente a estas medidas.
Los efectos de este ERTE se retrotraerán al momento en el que la empresa tenga el problema de desabastecimiento, no al del inicio del paro, y la resolución de la Autoridad Laboral deberá incluir una fecha fin de efecto que en este caso será de 10 días, si bien quedaría sin efecto si el paro terminara antes. En caso de que el paro se alargara, transcurrido ese plazo la empresa deberá solicitar un nuevo expediente con los mismos requisitos que el anterior.
Situación distinta a la pandemia
La consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha explicado que hoy por hoy no se han recibido ERTE por este motivo, pero ha afirmado que es consciente de “cómo está afectando el paro en el transporte a los suministros, y todo lo que está repercutiendo en el coste de las materias primas”. Por ello, ha manifestado que su departamento “velará por garantizar la viabilidad de las empresas y por el empleo de las personas trabajadoras, con un criterio claro sobre cómo se debe actuar con los instrumentos actuales”.
Asimismo, ha recordado que “no estamos en el mismo estadio que con la pandemia”. “Lo saben las empresas, lo saben los sindicatos; así que aclaramos cómo vamos a actuar, y a quienes cumplan esos requisitos, les vamos a facilitar los pasos a dar”, ha precisado.