Los cuatro sindicatos presentes en la mesa del Metal de Bizkaia (ELA, LAB, UGT y CCOO) han presentado a la patronal una propuesta conjunta para renovar el convenio dos años (2022 y 2023) que mantiene la demanda principal de vincular la subida salarial a la inflación. En concreto la parte sindical pide incrementos del IPC más un punto, una posición que las empresas ya han declarado no pueden asumir. Aunque la patronal ha pedido tiempo para analizar la plataforma sindical en esencia no ha habido pasos adelante significativos en la reunión de este lunes y por tanto el sector sigue encaminado al conflicto.
Así lo han indicado esta mañana varios portavoces sindicales antes de la cita negociadora. "Esperaremos la respuesta de la patronal y, si no hay avances, habrá movilizaciones y huelgas", ha dicho José Mari Rojo, de UGT. En qué momento se abrirá la espita es una incógnita, pero desde luego no hay visos de que FVEM vaya a cumplir con la principal demanda sindical como es mantener los salarios unidos a la inflación (del 6,5% el año pasado) a corto plazo. El punto de partida sigue siendo el 2% ofrecido en la última reunión y, en ese sentido, las dos partes siguen separadas por un abismo.
Así las cosas, FVEM se ha comprometido a analizar la plataforma sindical, que por otro lado incluye también demandas sobre reducción de jornada, contrato de relevo o limitación de la contratación temporal, pero no se esperan avances en los próximos días. Los sindicatos por su parte se reunirán este misma semana para estudiar posibles movilizaciones con varias hojas de ruta que incluyen jornadas de huelga sobre la mesa.
Hay dentro del bloque sindical también distintas lecturas sobre el nivel de presión a FVEM con que se debe comenzar el calendario de movilizaciones. De hecho algunas centrales han llegado a plantear incluso tomarse 2022 como ejercicio de transición, aceptando incrementos salariales por debajo de la inflación, para dar una oportunidad al diálogo de cara a 2023 ya, se supone, con un IPC más asumible por parte de las empresas metalúrgicas. La plataforma presentada este lunes, en cambio, mantiene la línea roja sindical en el IPC de cara a este año y apunta a que los 50.000 trabajadores vizcainos serán convocados a la huelga antes del parón de verano.
Álava parará el miércoles
Bizkaia seguiría los pasos así del Metal alavés, que vivirá este miércoles la primera jornada de paro de las tres convocadas por sindicatos ante el bloqueo del convenio. De nuevo es el elevado IPC el que hace saltar por los aires cualquier posibilidad de acuerdo, y aquí también la patronal SEA recuerda la difícil situación que atraviesan las empresas y la imposibilidad de alcanzar ese techo del 6,5%.
El Metal alavés tiene programado así un primer día de paro este miércoles 18 (los otros dos son el 24 y el 26 de mayo), al que están llamados cerca de 25.000 metalúrgicos protegidos por este convenio. Además el plan sindical pasa por sumar a las movilizaciones del miércoles a otras plantillas con convenio de empresa pero con gran peso laboral, de cara a comenzar la ronda de paros con una imagen de fortaleza en las calles de Vitoria. Dentro de algunas federaciones sindicales de industria se baraja la posibilidad de hacer confluir las movilizaciones de Álava y Bizkaia para elevar la temperatura del conflicto y forzar a posicionarse también al propio Gobierno vasco.