Hace casi tres meses ya desde el comienzo de la guerra en Ucrania. Apenas dos días después de que el conflicto bélico estallase, este periódico se hizo eco de la que probablemente era la firma con una situación más delicada por el conflicto: Bellota Agrisolutions. La firma guipuzcoana, propiedad del grupo canadiense Ingersoll Tillage se jugaba alrededor de un 30% de su facturación en las repúblicas soviéticas. Miguel Barinaga, responsable de la delegación de la compañía en Bielorrusia, Rusia y Ucrania, reconoció a este diario que la empresa pasaba por una situación compleja. El grueso del negocio de Bellota con las antiguas repúblicas soviéticas se centraba en la venta de piezas de maquinaria agrícola que allí eran ensambladas. Sin embargo, meses después la firma ha conseguido levantar cabeza según aseguran fuentes de Bellota a este periódico.
Así lo atestiguan desde la compañía, que se están agarrando a dos factores clave para salir adelante y superar este bache: la creciente demanda de maquinaria agrícola en el resto de sus mercados. Un proceso que lleva en marcha desde 2020 a un ritmo constante pero que según responsables de la compañía, está permitiendo sortear el bache económico que ha supuesto el estallido de la guerra entre los ejércitos de Vladimir Putin y Volodímir Zelenski. Una guerra que también ha tenido impacto en una industria donde la energía juega un papel relevante, pero que está siendo sorteado gracias a una política de repercusión de costes que está encontrándose con una "buena respuesta" por parte de los clientes.
Mientras la compañía de Legazpi sigue recuperando su marcha con el refuerzo de las ventas en puntos tan diversos como Finlandia, Australia, Perú o Sudáfrica, la división de herramientas ha presentado este pasado miércoles una nueva línea de producción que va a permitir casi duplicar su producción gracias a una inversión de 4 millones. Venanpri, por tanto, presume de músculo inversor aprovechando que, a pesar de Ucrania, la marcha de las dos divisiones de Bellota marchan bien, algo que no ha sido tendencia habitualmente: cuando la división agrícola iba por el buen camino eran las herramientas las que sufrían, como en la crisis de 2008. Ahora, sin embargo, el tándem de Bellota va sincronizado y en la buena dirección y eso ha generado un clima de estabilidad y tranquilidad en el grupo.
Más inversiones
El paso dado en la división de herramientas, en cualquier caso, es el primero en un calendario de inversiones aún muy poco maduro pero que ya deslizó este miércoles ante las autoridades el director industrial de Bellota Herramientas, Iñaki Esáin. Tras haber conseguido desarrollar una tecnología de utillajes clave -junto a la robotización- para mejorar la productividad, la firma espera dar más pasos en varios frentes. Entre ellos se quiere agilizar la producción de las paletas de albañil, conseguir implementar un modelo de forja múltiple o mejorar los mangos de las herramientas que se producen en la factoría de Legazpi.