La falta de personal es un debate recurrente en foros empresariales. En Euskadi el problema se centra sobre todo en industria especializada, tecnología y construcción, hasta el punto de que las patronales vienen tiempo anunciando que la escasez de profesionales va a lastrar el crecimiento de muchas empresas. La cuestión, que hasta ahora se venía manejando en el foro privado, dará el salto a la parcela institucional de la mano del diálogo social.
Este mismo lunes hay convocada una reunión entre el Ministerio de Trabajo y empresarios y sindicatos para abordar un tema que tiene muchos matices según el territorio pero con un eje común como es la existencia puestos de trabajo sin cubrir. El equipo que encabeza Yolanda Díaz estará representado por el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quien se reunirá con representantes de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme. La cita servirá sobre todo para abrir el melón y hacer una lectura común de las causas que pueden llevar a que en España haya algo más de 100.000 vacantes sin cubrir cuando hay tres millones de desempleados.
La propia ministra Díaz ha restado peso a esta problemática, que limita a la hostelería, el comercio y empleos asociados a la digitalización. Sobre este último punto llamaba la atención el viernes Fuencisla Clemares, directora de Google en España, que advertía de que el proceso de digitalización por el que transitan las empresas, muy asociado a los fondos europeos, está en riesgo ante la falta de profesionales en campos como la ciberseguridad o el big data. En esa misma línea, el consejero delegado de Ibermática, Juan Ignacio Sanz, señalaba hace un par de semanas que España puede "perder el tren" de esos proyectos ligados a los Next Generation por falta de recursos humanos en el campo de la informática.
La gran mayoría de las vacantes en España están en el sector servicios, pero la realidad de la economía vasca es particular. Con un elevado perfil industrial, han sido precisamente las empresas de este sector las que han liderado el discurso de que faltan profesionales en las fábricas. En realidad la queja va más allá del ámbito tecnológico y se amplía incluso a los puestos industriales más básicos. La Federación Vizcaina de Empresas del Metal (FVEM) lleva unos años organizando jornadas específicas para atraer talento juvenil a la industria con especial interés en las mujeres.
Un problema similar trasladan los constructores vascos. Con grandes proyectos en marcha, hay dificultades para encontrar personal dispuesto a trabajar en la obra. La construcción de Bizkaia fue el primer sector de Euskadi que asumió en convenio una subida similar al IPC del pasado año precisamente con la intención de mejorar tablas, ganar atractivo y atraer mano de obra.