En plena carrera -acelerada por la guerra en Ucrania- por buscar alternativas al gas y al petróleo y con poco margen para la energía hidroeléctrica, la lucha por los parques eólicos de Euskadi sigue acelerándose. En manos de la administración autonómica hay un manojo de once parques eólicos para ampliar la potencia instalada en más de 300 MW y que están siendo analizados por el Departamento de Desarrollo Económico para acercarse más al objetivo de hacer posible llegar a los 783 MW instalados en Euskadi para 2030.
Se trata de un objetivo ambicioso, dado que, después de una década, el País Vasco se encuentra lejos de esa cifra, entre otras cosas, por la dura contestación social y política que han encontrado los diferentes proyectos planteados. Pero la apuesta por la transformación energética es una prioridad para el departamento de Desarrollo Económico que la consejera Tapia ha dejado de manifiesto en varias ocasiones durante las últimas semanas tras el comienzo de la guerra en Ucrania. En esta carrera por las renovables juegan tres empresas y una invitada
Capital Energy
Los reyes de los parque eólicos vascos. La compañía cuenta con siete parques eólicos en tramitación. Cuatro de ellos en Gipuzkoa: Trekutz (12 MW), Buruzai (18 MW), Ezkeltzu (18 MW) y Karakate (9,6 MW), a los que se suman dos superficies transfronterizas: Miritxa (27 MW, entre Gipuzkoa y Álava) y Larragorri (22,5 MW instalados entre Bizkaia y Álava). Hay un séptimo parque, íntegramente alavés, que es el de Kastillo, el más potente de los proyectados por Capital Enegy, con 31 MW. Esa instalación es el vivo ejemplo de lo que es la pugna que hay entre las eólicas por los paques eólicos.
Cuando la firma de Jesús Martín Buezas anunció su interés por este parque, ubicado en Legutio, el Gobierno vasco abrió el proceso de concurrencia competitiva. Habitualmente, a pesar de que las empresas pueden competir, suelen no hacerlo por dos razones: la primera, porque quien presenta la solicitud tiene muchas más opciones para sacar adelante la concurrencia que quien acude a un proyecto presentado por otra firma; la segunda es una especie de regla no escrita de cortesía. Sin embargo, en este caso, al Gobierno vasco le llegó la oferta de Iberdrola por hacerse con este parque eólico incluso antes de que Capital Energy hiciese llegar la suya. Finalmente, la empresa vasca se retiró y fue Capital Energy quien se quedó con esta superficie siempre y cuando supere el resto de trámites pendientes: declaraciones de impacto medioambiental, etc.
Los de Buezas son la firma no solo que más proyectos tiene; también es la compañía que más potencia proyecta: un total de 138 MW de potencia instalada en Euskadi. La compañía promueve sus siete parques eólicos con sociedades con domicilio fiscal en Euskadi, tributando en las correspondientes haciendas forales. Las ubicaciones de sus parques, según fuentes consultadas por la compañía, "se han seleccionado tras hacer un análisis multicriterio de todas las variables implicadas -ambientales, técnicas, urbanísticas, patrimoniales, sociales...- y después de realizar una amplia revisión bibliográfica de toda la legislación y normativa vigentes".
La puesta en marcha de los siete proyectos, de salir adelante, supondrán una inversión cercana a los 160 millones de euros, generarán más de 530 puestos de trabajo durante su construcción y aportará 42 millones de euros al PIB vasco y 5 a las haciendas forales. La operación y mantenimiento de estas instalaciones, además, dará trabajo a 16 profesionales de Capital Energy y generaría más de 330.000 euros anuales en impuestos, añadiendo otros 4 millones de euros anuales al PIB vasco con los 405 GWh que se producirían anualmente, el equivalente al consumo de más de 152.000 casas y a dejar de emitir 150.000 toneladas de CO2.
La presencia de Capital Energy no se limita a la eólica en Euskadi. La firma es una de las operadoras de la planta fotovoltaica Ekian, el parque de energía solar más grande de Euskadi situado en Arasur ocupando 55 hectáreas.
Fisterra Energy
Los grandes desconocidos de la carrera vasca ya están por delante de Iberdrola y rozando los 100 MW de potencia en sus planes de instalación de eólicas. A comienzos de año presentaron al gobierno un parque eólico sin nombre, de 49,6 MW, compuesto por ocho aerogeneradores en la parte más occidental de Bizkaia. En Euskadi operan bajo una filial: Euskal Haizie, de apenas un año de antigüedad, domiciliada en Meñaka (Bizkaia) y que hasta ahora sólo habia sido adjudicadatoria de otra instalación exactamente igual: el parque eólico de Cantoblanco, con otros ocho aerogeneradores con capacidad de generar exactamente la misma potencia -49,6 MW- , ubicado en Álava y sometido a información pública en mayo de 2021. La filial vasca de Fisterra cuenta con el getxotarra Pedro Barriuso, exdirector de Iberdrola Renovables, como administrador solidario de la compañía junto a la propiedad de Fisterra Energy.
El hecho de que sus parques eólicos no superen los 50 MW no es baladí, ya que siempre que no se supere esa potencia es el Gobierno vasco y no el Ejecutivo central quien realiza el estudio de impacto medioambiental. Fisterra nunca habla públicamente; la discreción siempre ha sido una de sus señas de identidad.
Iberdrola
Fueron los primeros en mover ficha con sus parque eólicos, pero ahora mismo ya son los terceros en discordia en la carrera por la eólica onshore en Euskadi. En la comunidad autónoma impulsan sus proyectos bajo la sociedad Aixeindar, conformada por Iberdrola y el Gobierno vasco. De momento tienen entre manos dos grandes parques eólicos, de 40 MW cada uno, en las localidades alavesas de Labraza y Azaceta con una inversión de 70 millones. En este caso, sus promotores esperan comenzar las licitaciones, permisos y adjudicación de las obras este mismo año para que estén en funcionamiento en 2023. Además, los planes de la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán y del Gobierno son aumentar estas instalaciones hasta ocho, una vez que tuvieron que abandonar dos proyectos por problemas medioambientales.
Saitec y el interrogante de la eólica offshore en Euskadi
Sin nada todavía tangible, Saitec trabaja en el proyecto más ambicioso de todos: hacer posible la eólica marina en la costa vasca. El fondo marino no permite amarrar las infraestructuras en el mar, pero esta firma ha encontrado la alternativa en la eólica flotante y trabaja en el parque de Geroa: el primer parque eólico marino diseñado en España. Una superficie que incorporará los aerogeneradores más potentes del mundo, capaces de generar 15 MW cada uno. Está previsto que pueda estar en marcha en 2025 con tres aerogeneradores, 45 MW en total. Saitec estudia el emplazamiento en dos posibles ubicaciones, dentro del área de BIMEP II, frente a la costa de Armintza.
Antes de hacer realidad, Saitec va a probar la eólica flotante cerca de ese lugar con el prototipo DemoSATH, que promueve la firma vasca junto a RWE Renewables. Ese aerogenerador, de 2 MW de potencia, se instalará a lo largo del próximo trimestre.
Para darse cuenta de la envergadura del parque eólico marino hay que tener en cuenta que solo la plataforma en la que se instalará el aerogenerador ocupará el espacio de un estadio de fútbol y alcanzará una altura de 110 metros sobre el nivel del mar, el equivalente a un edificio de unas 36 plantas. Las turbinas o molinos también serán espectaculares, ya que el diámetro del roto de la turbina es decir, la circunferencia que dibuja la turbina con el giro de las aspas, sería del doble respecto al prototipo DemoSATH, alcanzando los 170 metros aproximadamente.
Hasta ahora los molinos éolicos más grandes son capaces de generar 14 Mw de potencia, como uno que ya está en funcionamiento en Róterdam y existe una carrera entre las empresas para conseguir la tecnología capaz de generar cada vez más energía, por lo que el desarrollo de este parque supondría un importante hito para la industria vasca.