Mercedes Vitoria tiene mucho en juego sobre la mesa. Concretamente, una inversión de 1.200 millones de euros que puede ser vital para dos proyectos clave para la factoría y también para la economía vasca: la fábrica de baterías Basquevolt, y la fabricación de la nueva Vito eléctrica. Todo ello bajo un pilar tan importante como inestable como es la renovación del convenio colectivo de la fábrica alavesa y un panorama dos bloques claramente separados. Por un lado, una ferrea unión entre las instituciones públicas y la dirección de la factoría, materializado con la forma de ese Memorando de Entendimiento, y unos trabajadores completamente divididos por la pugna sindical que agita al comité.
Poco después de que se hiciese pública la participación de Mercedes e Iberdrola en Basquevolt, el fabricante alemán comunicaba el pasado jueves al comité de empresa cuál iba a ser el plan a futuro para Mercedes: una inversión de 1.200 millones de euros en la ampliación de la fábrica de Emilio Titos, que aspira a desbloquear la fabricación de la nueva Vito eléctrica en la factoría vitoriana. Un paso importante, sumado al de Basquevolt que no solo acerca la electrificación de la planta sino que también supone un paso más para los sindicatos. Una inversión millonaria que, según asegura la dirección, está estrechamente ligada a la rúbrica del convenio colectivo que lleva más de un año y medio caducado.
Una pugna sindical constante
Esto ha sido un detonante para que las relaciones se recrudezcan aún más. Los sindicatos denuncian que se vincule esta inversión con una mayor flexibilidad, ya que, concretamente, está sobre la mesa la posibilidad de que se active una sexta noche en el turno de noche. Algo inasumible a los ojos de ELA, LAB y ESK que hablan de "chantaje" por parte de la dirección y de "presión" por parte de las instituciones para lograr un acuerdo. Los sindicatos nacionalistas sienten que tanto el Gobierno vasco como la Diputación de Álava se han puesto "del lado" de la dirección y por ello han convocado para este miércoles una asamblea general abierta para abrir un debate sobre los pasos a dar en la negociación.
Una negociación que sigue parada tras el rechazo del comité a la última propuesta de la dirección porque creen que siguen sin recogerse sus peticiones y por las dudas de la mencionada relación con la inversión millonaria. La pugna sindical lleva meses agitando Mercedes que no tiene un bloque de trabajadores unidos. Primero fue el ERTE; luego los parones de producción por la crisis de los semiconductores, aún existente; y siempre de fondo el convenio colectivo con un sin fin de reuniones infructíferas. De hecho, mientras los sindicatos nacionalistas tienen convocada esa asamblea general, UGT y CCOO afrontan este miércoles como la primera jornada de parones convocadas por estas dos centrales.
Mientras las instituciones y la dirección se unen más que nunca
Y mientras, las instituciones públicas y la dirección muestran más unión que nunca, materializada con la firma de un Memorando de Entendimiento. Algo que han recriminado todos los sindicatos porque a su juicio se trata de una "campaña para presionar a la plantilla" con el fin de que esta asuma las condiciones de la dirección. El propio líder de UGT, sindicatos mayoritario en Mercedes, Raúl Arza, ha asegurado que la factoría alavesa también necesita este memorando con los trabajadores "por un convenio justo que mejore las condiciones salariales y garantice el futuro".
Este clima de descontento y protestas laborales no están gustando nada a las instituciones que, a pesar de "confiar" en el que se logrará un acuerdo, se muestran rotundas como es el caso de Ramiro González. El diputado general de Álava ha mostrado públicamente no preocupación por la "conflictividad" de los sindicatos y cree que es el "peor mensaje que se puede enviar" en un momento en el que la dirección ha proyectado una inversión tan grande en Vitoria. Mientras, de cara a la galería y en todo un alarde de escenificación pública, el Gobierno vasco, la diputación foral y la dirección de la planta de Mercedes en Vitoria se estrechaban la mano con la rúbrica de ese Memorando.
Una muestra de unidad muy potente y sin perder de vista a Alemania y a la inversión tan importante que está en juego. De hecho, para garantizarla, el lehendakari viajará a Stuttgart en julio para trasladar al CEO de la compañía alemana el compromiso de las instituciones vascas y alavesas con la planta de Vitoria y el proyecto planteado por la dirección.
Todo a disposición de Mercedes
Los lazos entre Euskadi y Mercedes se siguen afianzando. De hecho, este mismo martes el Ejecutivo vasco y la Diputación de Álava han firmado un acuerdo con la compañía alemana, a través del cual ponen a disposición de la multinacional automovilística diversos centros de investigación y formación profesional, como los integrados en la red de BRTA y Teknika. Ha sido precisamente durante la firma de ese Memorando cuando Iñigo Urkullu ha reiterado su compromiso con la compañía y con el "avance tecnológico-digital y energético-climático". Es con ese objetivo que pone a disposición dichas capacidad que "van a permitir mejorar las competencias de los perfiles profesionales requeridos para los procesos de fabricación digital y sostenible en el vehículo eléctrico".
Por tanto, el objetivo será dotar a Euskadi de un ecosistema atractivo en torno al coche eléctrico, incluyendo el papel clave de Basquevolt, que vaya más allá de la digitalización y que refuerce la transición hacia el coche eléctrico. La formación de universidades y la FP seguirán jugando un papel importante como en el memorándum ya suscrito en 2014. Para Emilio Titos, esto reforzará "la semilla de la innovación" en una tarea que "solo la podemos hacer juntos".