Si UGT y CCOO ya los habían comenzado por su parte, ahora ELA, LAB y ESK se suman a la convocatoria de nuevos parones en Mercedes Vitoria. Y lo hacen con una propuesta para una semana completa: del 27 de junio al 1 de julio, de lunes a viernes. Así lo han planteado hoy en una convocatoria conjunta en la que han anunciado paros y huelgas (la primera el miércoles 22 de junio y de manera conjunta) en la fábrica vitoriana en protesta por la infructífera negociación del convenio colectivo y las condiciones económicas y de flexibilidad, que es la principal propuesta de la dirección. Esta propuesta, según han confirmado fuentes sindicales, solo ha contado con una abstención y el siguiente paso sería trasladarla al resto de la parte social, UGT y CCOO, que había arrancado este miércoles con sus paros.
El malestar entre los trabajadores de Mercedes está cada vez más extendido, mientras la factoría tiene tanto en juego sobre la mesa. Concretamente, una inversión de 1.200 millones de euros que puede ser vital para dos proyectos clave para la empresa y también para la economía vasca: la fábrica de baterías Basquevolt, y la fabricación de la nueva Vito eléctrica. Sin embargo, las malas noticias vienen por la falta de un convenio colectivo que sustente dicha inversión que la dirección ha asegurado que es indispensable para que ese montante llegue.
En torno a esta cuestión se han creado dos bloques claramente separados. Por un lado, una férrea unión entre las instituciones públicas y la dirección de la factoría, materializado con la forma de ese Memorando de Entendimiento, y unos trabajadores completamente divididos por la pugna sindical que agita al comité. Puede que esta parte ahora acerque posturas si la convocatoria de parones pasa a ser unificada.
Los sindicatos denuncian que se vincule esta inversión millonaria con una mayor flexibilidad, ya que, concretamente, está sobre la mesa la posibilidad de que se active una sexta noche en el turno de noche. Algo inasumible a los ojos de ELA, LAB y ESK que hablan de "chantaje" por parte de la dirección y de "presión" por parte de las instituciones para lograr un acuerdo. Los sindicatos nacionalistas sienten que tanto el Gobierno vasco como la Diputación de Álava se han puesto "del lado" de la dirección y por ello han convocado para este miércoles esta asamblea general abierta para abrir un debate sobre los pasos a dar en la negociación.