Otro día más de noticias en Mercedes Vitoria. La dirección de la factoría ha suspendido las negociaciones con el comité sobre convenio colectivo hasta que concluyan las jornadas de huelga convocadas en la planta de Vitoria, una decisión que ha comunicado este viernes a los representantes sindicales en la reunión que han mantenido ambas partes y que han confirmado a Efe. Según ha explicado la parte social, en esta reunión no ha habido avances en torno a esta cuestión ya que la postura de la dirección no ha variado, sobre todo en lo referido a la flexibilidad.
Los sindicatos, que tenían esperanza de que en la reunión de este viernes pudiera haber algún avance, van a mantener las jornadas de huelga, la primera el próximo 22, día en el que hay dos convocatorias de paro de 24 horas, una organizada por ELA, LAB y ESK y otra por UGT y CCOO. Además, UGT y CCOO tienen formalizada otra convocatoria de huelga para el 29 de junio y ELA, LAB y ESK otros días de paros entre el 27 de junio y el 1 de julio. Por lo que se avencinan jornadas movidas en la factoría de Vitoria. Sus principales reivindicaciones pasan por mantener el poder adquisitivo, no ampliar la flexibilidad, un contrato relevo mejorado, que las nuevas incorporaciones no tengan peores condiciones laborales y regular las de quienes trabajan el fin de semana.
La parte social señala a las instituciones públicas
El malestar entre los trabajadores de Mercedes está cada vez más extendido, mientras la factoría tiene tanto en juego sobre la mesa. Concretamente, una inversión de 1.200 millones de euros que puede ser vital para dos proyectos clave para la empresa y también para la economía vasca: la fábrica de baterías Basquevolt, y la fabricación de la nueva Vito eléctrica. Sin embargo, las malas noticias vienen por la falta de ese convenio colectivo que sustente dicha inversión que la dirección ha asegurado que es indispensable para que el montante llegue.
En torno a esta cuestión se han creado dos bloques claramente separados. Por un lado, una férrea unión entre las instituciones públicas y la dirección de la factoría, materializado con la forma de ese Memorando de Entendimiento, y unos trabajadores completamente divididos por la pugna sindical que agita al comité. Puede que esta parte ahora acerque posturas si la convocatoria de parones pasa a ser unificada.
Los sindicatos denuncian que se vincule esta inversión millonaria con una mayor flexibilidad, ya que, concretamente, está sobre la mesa la posibilidad de que se active una sexta noche en el turno de noche. Algo inasumible a los ojos de ELA, LAB y ESK que hablan de "chantaje" por parte de la dirección y de "presión" por parte de las instituciones para lograr un acuerdo. Los sindicatos nacionalistas sienten que tanto el Gobierno vasco como la Diputación de Álava se han puesto "del lado" de la dirección.