El clúster vasco de alimentación, Basque Food Cluster, que agrupa a empresas con un peso global en el PIB de Euskadi superior al 10%, ha dado datos este miércoles de evolución del sector, con un fuerte avance de las exportaciones en 2021 tras el parón de 2020 a causa del parón económico por la pandemia. El año pasado el sector exportó al extranjero productos por valor de 1.129 millones de euros, lo que supone un 24% más.
En el marco del Cluster Eguna 2022, los máximos responsables del clúster de alimentación, Manu Giner y Jon Ander Egaña, han hecho un repaso de la situación del momento que vive la industria de alimentación y bebidas de Euskadi. Como han explicado la actividad está condicionada por la "permanente incertidumbre" a todos los niveles, con elementos que poco a poco quedan atrás como la pandemia pero otros que sacuden el día a día de muchas empresas como la guerra de Ucrania.
El ejercicio 2020 fue negativo para el sector, ya que si bien el consumo doméstico de ciertos productos repuntó con fuerza por los confinamientos, los parones de bares y restaurantes condicionaron mucho los números. Las ventas totales en Euskadi bajaron un 19% aquel año, por debajo de los 5.000 millones de euros, con un descenso también de las exportaciones del 3%.
La situación comenzó a dar la vuelta el año pasado y la previsión para 2022 es de crecer otro 19% en relación al pasado ejercicio, lo que confirma la salida del túnel. En ese proceso ha sido determinante encontrar alternativas a los proveedores ucranianos, que cada empresa ha ido sorteando a su criterio. En algunos casos la falta de aceite de girasol se ha cubierto con otras semillas mientras que muchas empresas han intentado encontrar el mismo producto pero en otros mercados, de forma que la situación se ha ido estabilizando.
La previsión es que la reapertura de bares y restaurantes, así como de la normalización de ocio y turismo, asegure un crecimiento del negocio para los próximos meses, aunque tanto Giner como Egaña han asegurado que el horizonte para las empresas de alimentación seguirá marcado por una gran incertidumbre. Una de las claves a medio plazo será blindar la sostenibilidad del sector garantizando el suministro de materias primas y reforzando la producción local o kilómetro 0.