El acuerdo laboral se acerca en Mercedes Vitoria. Después de convocar una reunión para este martes a la que la dirección ha acudido con una oferta mucho más interesante que las presentadas antes de la huelga, los sindicatos CCOO, UGT, Pim y Ekintza, mayoría en el comité de empresa, han abandonado los paros de los próximos tres días -también la huelga de mañana, que había sido acordada por todo el comité de empresa-, a los que sí acudirán ELA, LAB y ESK. A menos de 24 horas para que Urkullu comience su visita y su reunión con la cúpula de Mercedes en Stuttgart, la dirección de la planta en Vitoria ha presentado este martes una nueva oferta a los sindicatos para cerrar un acuerdo que permita renovar el convenio de la factoría más grande de Euskadi.
El movimiento de este martes puede ser la clave para que se desbloquee definitivamente la inversión de 1.230 millones que tiene apalabrada Mercedes si hay un acuerdo laboral. Una inversión por la que el Gobierno vasco está presionando -de ahí el viaje de Urkullu a Alemania para vender a Euskadi como un "entorno atractivo para la inversión"- y que podía quedar en balde si las palabras de Urkullu eran respondidas desde Vitoria con el cuarto día de producción parada en la planta de Júndiz. La última palabra la tendrán los propios trabajadores acudiendo o no este miércoles a trabajar, pero el paso supone salvar un escollo que puede ser el que permita desbloquear la inversión si finalmente se pacta un nuevo convenio.
Los sindicatos salen del encuentro sin acuerdo, pero sí con una propuesta bien distinta a la última presentada por la dirección antes de que comenzasen las tres jornadas de paros "históricos" convocados por la parte social y que mantuvieron parada la planta alavesa durante tres días. El equipo de Emilio Titos ha puesto encima de la mesa una subida salarial del 5%, la introducción de una nueva paga extra para los trabajadores de 750 euros que se abonarían a partir de septiembre y una subidas del 2% anual de 2023 a 2026.
Junto a estas medidas, que se acercarían más a las demandas de igualación de los salarios al IPC que han exigido a lo largo de la negociación CCOO y UGT, la dirección también ha buscado satisfacer el otro gran caballo de batalla sindical durante estas semanas: la de una mejor flexibilidad, que se ha impuesto con el lema mayoritario de "Sexta noche no" a lo largo de las movilizaciones de la parte social. El equipo de Emilio Titos ha puesto encima de la mesa la obligación para la empresa de avisar con 10 días de antelación al mes anterior la activación de turnos de fin de semana, la opción de mantener la jornada en 214 días y que sea el comité quien decida si la semana laboral empieza en el domingo por la noche o el lunes. Además, antes de activar ningún 17º turno, la compañía deberá haber recurrido todos los sábados del mes. De activarlo, entrarían en juego un plus de 100 euros además del plus de nocturnidad o de 14 horas ya existentes.
Sin embargo para los sindicatos nacionalistas esta propuesta no presenta ningún cambio sustancial. Por eso van a mantener la huelga no solamente este miércoles, sino también este jueves y el viernes. El enfado entre las centrales minoritarias que sí mantendrán los paros es evidente hasta el punto de que ELA ha llegado a subir un vídeo a redes sociales en el que equipara a la mayoría del comité con los protagonistas de 'Bienvenido Mr. Marshall'.
En cuanto a los incrementos de producción del Modelo V se contrataría un equipo nuevo para trabajar los sábados, los domingos y los festivos para hacer más de 190.000 coches al año. Ese nuevo equipo ocuparía el 80% del turno y el 20% restante se completaría con voluntarios de la propia plantilla que recibirían un plus anual de 4.500 euros y verían reducida su jornada anual en 200 horas.
Tapia pide cesiones para alcanzar un acuerdo
Mientras los sindicatos mantienen la interlocución con la dirección, las instituciones siguen pidiendo un acuerdo que garantice la inversión de 1.230 millones que tiene apalabrada el fabricante alemán para Vitoria si hay un acuerdo laboral. Este martes ha sido la consejera Tapia quien ha pedido a ambas partes que cedan "para acercar posturas que lleven a un acuerdo". En una entrevista en Radio Euskadi ha puesto de relieve precisamente la importancia de esa multimillonaria inversión: "Es una oportunidad que nadie se pude permitir dejar pasar, ni trabajadores, ni instituciones, ni la propia planta, por lo que hacemos un llamamiento a que se sienten con voluntad de acuerdo", ha añadido.